En un procedimiento irregular y arbitrario, autoridades proceden a desalojar, instalar una fuerza policial de ocupación y clausurar el Parque Cultural Ex Cárcel, que durante 8 años albergo las mas variadas y genuinas expresiones culturales del Puerto de Valparaíso.
Es conocida la aversión de los funcionarios públicos a trabajar los días festivos. Sin embargo la fecha no fue obstáculo para que el viernes 21 de marzo, se apersonara en la Ex Cárcel, la Administradora designada por el Gobierno Regional, con un piquete compuesto por guardias de seguridad y policías uniformados. Esta funcionaria procedió a desalojar a las tres personas que cuidaban el recinto –cabe recordar que 7 atentados incendiarios afectaron en los últimos 24 meses el recinto-, clausurarlo y establecer en él un contingente policial "que mantuviera alejados a los intrusos".
Como en el curso del día llegaron numerosos artistas y trabajadores de la cultura a saber que pasaba, -ya que para la tarde estaba programada una Tokata en Solidaridad con quienes habían perdido equipos e instrumentos en el ultimo atentado-, se incrementó la fuerza policial de ocupación, con un fuerte contingente de Fuerzas Especiales de Carabineros, un Bus y un carro lanzaagua. Con el criterio que los caracteriza, estos funcionarios procedieron a amenazar a quienes se acercaron a la entrada y los obligaron a retroceder hasta la Plaza El Descanso (unos 100 metros más abajo) en el mismo Cerro Cárcel.
Esta acción cobarde, realizada a hurtadillas, confirma lo que veníamos denunciando: que los incendios, las provocaciones de individuos como "Papito", y el publicitado proyecto "Niemeyer", apuntaban única y exclusivamente al desalojo del Parque Cultural Ex Cárcel. Ningún proyecto urbanístico debiera hacerse pasando por encima del entorno, la memoria social, y menos por encima de quienes hacen cultura desde el seno de la comunidad.
La comunidad nacional e internacional debe saber que un Proyecto Cultural autónomo y autogestionado como el que se desarrollo durante 8 años en la EX Cárcel, era una isla de resistencia en ese mar insaciable de utilidades, corrupción, enjuagues y pitutos, que son el "sello de agua" del Gobierno concertacionista y en el que se coluden, intereses inmobiliarios, funcionarios de Gobierno, arribistas políticos y ONGs que profitan de sus amistades en la estructura regional de poder.
Trabajadores de la cultura, comunicadores populares, acróbatas de altura, grupos musicales y de teatro, cuentacuentos, pintores, artesanos, eran un obstáculo que debía ser barrido… para que los negocios puedan funcionar.
Sabemos que ahora se vendrá una avalancha de costosos "Estudios y Proyectos" sobre la Ex Cárcel, que extrañamente se volverán a adjudicar los mismos de siempre; operadores de partidos políticos, parientes de funcionarios públicos, "amigos cercanos" del burócrata o del político que aspira a la reelección.
La población humilde de nuestros cerros, ya no podrá ir con sus niños a disfrutar del Circo, de una buena función de teatro, de una Tokata al aire libre, de una exposición, o de una tarde de cuentos de manera gratuita. Las organizaciones sociales de Valparaíso ya no podrán hacer grandes Encuentros nacionales o regionales para compartir experiencias y dolores. Una vez más nos arrebatan los espacios públicos, para servir bastardos intereses y subordinar toda manifestación cultural al dictamen de los funcionarios. Si tienen dudas, por favor examinen como funciona el aparato cultural del municipio o el Ministerio de Cultura.
Un pueblo que lúcida, colectiva y autónomamente despliega acción y creación cultural; que no se pone al servicio del Poder, que no busca utilidades ni ganancias; se contrapone en esencia con el modelo autoritario y empresarial que nos han impuesto.
Solicitamos encarecidamente, solidaridad para con los "ocupantes" desalojados del Parque Cultural Ex Cárcel. Es un deber moral apoyar sus acciones de resistencia, denunciar lo brutal del desalojo, el daño que causa a la comunidad porteña e interpelar a las autoridades por esta acción vergonzosa.,
Nelson Agustín Aramburu
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