jueves, mayo 01, 2008

1 de Mayo

Recuerdo primero que todo, que el día primero de mayo no surge en la historia de los calendarios occidentales como un evento pacifico, sino que como un evento violento, de violencia de un sistema sobre los trabajadores organizados por la defensa de sus derechos. En este caso, trabajadores de una fábrica de Chicago en estados unidos comenzaron la huelga mas grande vista hasta ese entonces para conseguir 8 horas diarias de trabajo, nada más ni nada menos, en 1886. Con la consiguiente reacción de las fuerzas del “orden social”, arrestando y ejecutando ya en noviembre de 1887 en la horca a:

Georg Engel, alemán, 50 años, tipógrafa.

Adolf Fischer, alemán, 30 años, periodista.

Albert Parsons, estadounidense, 39 años, periodista, esposo de la mexicana Lucy González Parsons (aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para estar con sus compañeros y fue juzgado igualmente).

Hessois Auguste Spies, alemán, 31 años, periodista.

Louis Linng, alemán, 22 años, carpintero (para no ser ejecutado se suicidó en su propia celda.)

Así relato los hechos para La Nación de Buenos Aires, el corresponsal en Chicago José Martí: ”...Salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro... Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: "la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable... “ Todas las movilizaciones dejaron un numero incalculable de muertos, torturados, desaparecidos y perseguidos, la mayoría de los trabajadores eran inmigrantes, pero eso era lo de menos, en ese tiempo se peleaba bajo la conciencia de sentirse todos trabajadores, un inmigrante no era un “competidor” era un compañero, de clase, de trabajo, de especie humana;

Italianos, españoles, alemanes, rusos, irlandeses, judíos, polacos, eslavos y usamericanos, todos juntos pelearon, todos juntos murieron.

Hoy las condiciones de los trabajadores han cambiado, la globalización liberal económica con los centros financieros globales se empeñan en acabar con los trabajadores y transformarnos a todos en esclavos del capitalismo global. Cuentan con unos medios de comunicación que emulan al gran hermano, y con la publicidad para sumergirnos en la orgía consumista de los que pueden, con crédito o sin crédito.

Pero aunque todos los centros del poder mundial son fuertes, G8, FMI, BM, OMC con los vasallos de los gobiernos de las democracias capitalistas, hoy más que nunca, luego de la resaca que nos ha dejado el perder identidades, nuestra historia y derechos conquistados en esta centrifuga globalizadora, en distintas partes del planeta, como hormigas, nos organizamos en redes para simplemente quitarles el piso del cual se sostienen.

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