miércoles, junio 27, 2012

Elogio de la Impuntualidad


La Calle del Medio


Todos los italianos, de derechas o de izquierdas, reconocen por igual el gran logro de Mussolini: la puntualidad de los trenes en Italia. Y Adolf Eichmann, el gestor nazi de las deportaciones a los lager, siempre se vanaglorió de que sus trenes cargados de judíos eran los más puntuales del Tercer Reich.

Pues bien, hace unos días leía una noticia en torno a las medidas de las compañías ferroviarias en España para reducir los a veces inevitables retrasos que se producen durante los recorridos. El esfuerzo por la puntualidad es un esfuerzo por eliminar o al menos reducir la “contingencia”, por combatir desde la razón contable todos los factores inesperados que no se someten a ella: el esfuerzo, por tanto, para lograr que los ferrocarriles se desplacen en un espacio vacío, sin resistencias, casi sin atmósfera o al menos sin naturaleza. Ferrocarrils, la empresa de la Generalitat de Catalunya, se muestra muy orgullosa de su gestión, pues registra una puntualidad del 99,59%. Al azar o al error no le dejan ya, por tanto, sino un estrechísimo margen del 0,41%, contra el que, en todo caso, la dirección de la compañía ha decidido intervenir con energía. 

¿Cuáles son las contingencias que se ocultan bajo este mínimo porcentaje estadístico del 0,41%? Entre otros, el suicidio. En los últimos cinco años, en efecto, 20 personas han decidido poner fin a su vida utilizando a este propósito las vías de los ferrocarriles catalanes. Naturalmente la voluntad de los suicidas no es la de provocar retrasos y naturalmente Ferrocarrils no puede -o no puede todavía- impedir este uso irregular, abusivo y gratuito de sus servicios, ni reclamar ninguna indemnización a los infractores. Pero puede acelerar los trámites administrativos, hasta ahora lentos y exigentes, para retirar los cadáveres y abreviar los tiempos de espera y, en consecuencia, la extensión del incumplimiento horario. Con este objetivo, el presidente de Ferrocarrils acaba de alcanzar un acuerdo con el gobierno de Catalunya y el Tribunal Superior de Justicia para que la policía local pueda retirar el obstáculo sin necesidad de una autorización judicial: de esta manera, los 40 minutos de media que hasta ahora requería la operación se verán reducidos a poquísimos minutos, como el cambio de ruedas en el box de un circuito de Fórmula-1. “Nosotros nos tenemos que preocupar de los vivos”, ha declarado tajante y responsable Puig y Ticó, el presidente de la empresa. 
 
RENFE, la compañía estatal, celosa de su homóloga catalana, está tratando de alcanzar un acuerdo semejante a nivel nacional. En toda España, el número de atropellos en los últimos cinco años se eleva a 264, con un balance de 214 muertos y 50 heridos. El caso de RENFE es además particularmente trágico, pues la operación de levantamiento de los cadáveres en sus líneas consume más de 2 horas de media, con el consiguiente perjuicio económico y de prestigio para la empresa. La búsqueda responsable de la máxima puntualidad exige, por tanto, una lucha permanente, si no contra los suicidas, sí contra sus cadáveres, concebidos como puros obstáculos en un espacio que debería estar vacío. Hasta ahora los jueces, “poco sensibles” (según la lógica empresarial), se empeñaban en considerar estos cuerpos diferentes de las piedras o los perros; a partir de estos acuerdos, ninguna consideración filosófica podrá introducir distinciones que entorpezcan o retrasen la normal marcha de los trenes hacia su destino final. 
 
Así concebida, como puro cálculo contable en un espacio vacío, la puntualidad adquiere, sí, una dimensión muy mussoliniana. Por un lado, la pretensión fáustica de que es posible administrar la “contingencia”, condición misma de la actividad racional, se convierte en lo que los griegos llamaban hybris (el exceso sacrílego mediante el cual un hombre se mide con los dioses) cuando se propone reducir a cero la intervención contaminante del azar en un mundo que, no lo olvidemos, es él mismo fruto del azar. Pero al mismo tiempo, esta pretensión sacrílega de eliminar toda contingencia obliga precisamente a considerar la humanidad misma como una pura contingencia cuya potencial impuntualidad, siempre imprevisible, habría que vigilar y reprimir. No es verdad que la compañía ferroviaria “tenga que preocuparse sólo de los vivos”; si se preocupara de verdad de los vivos, se preocuparía de los padres, los novios o los hermanos del suicida. Lo que a Ferrocarrils le preocupa son los clientes, y el hecho de que esos clientes estén vivos y además viajen en el tren es un dato tan irrelevante para la gestión empresarial como el dolor que lleva al suicida a arrojarse al paso de una locomotora. Cuando la puntualidad acaba por convertirse en una lucha abstracta contra el tiempo -que pretende robarnos dinero-, tan indiferente es lo que transporten los trenes (pasajeros, ganado o judíos) como indiferente es lo que obstaculice su camino: se trate de lo que se trate, hay que retirarlo de la vía.

A una compañía ferroviaria hay que exigirle puntualidad y los ciudadanos deben poder reclamar además en caso de demora. Pero cuando una compañía ferroviaria considera que su misión no es satisfacer las necesidades humanas de desplazamiento en el espacio sino la de “luchar contra la contingencia” y vencer al tiempo con todos sus obstáculos, incluidos esos coágulos vivos que llamamos cuerpos, esa compañía ferroviaria, en su impulso y espíritu, se distingue muy poco de una ideología totalitaria. El capitalismo es una ideología totalitaria. Como Jerjes, como Che-Huan-Ti, como Hitler, pasa por encima de todo aquello -montañas, dioses, hombres- que no sirve de manera directa al despliegue de su plan imperial.

Tenemos necesidad de que los trenes lleguen puntuales. Pero tenemos mucha más necesidad de que los trenes no se muevan en un espacio vacío; de que todos las instituciones -incluso las que implican una mayor inversión de cálculo contable o de racionalidad tecnológica- reconozcan la existencia y precedencia de un mundo impuntual en el que la contingencia es inevitable y no siempre es un mal. Me he pasado todo el año -como todos los años- esperando el florecimiento de las jacarandás; este año ha llegado con retraso y mi impaciencia, que no ha dejado de hervir en todas direcciones, se ha visto recompensada de pronto por una sorpresa morada y frondosa. Hay tres cosas que seguirán siendo siempre impuntuales: las flores, los enamorados y la muerte. Un tren que pase por encima de esas tres cosas es un tren que no sólo no debemos tomar sino que debemos a toda costa hacer descarrilar. 
 
Que habrá que descarrilar, como dice Silvio, “por un manotazo del pueblo” para que “un hombre se vea con una mujer”.

domingo, junio 10, 2012

Homenaje a Pinochet y a los más bajo de la condición humana.


Mujer, menor de edad, detenida en septiembre de 1973. Relato de su reclusión en
el Regimiento de Ingenieros de Tejas Verdes, V Región: Me condujeron a una sala, al entrar sentí mucho olor a sangre [...] escuchaba individuos que hablaban bajo, uno de ellos me desató las manos y me ordenó que me desnudara, les dije que por favor no lo hicieran, pero luego en forma violenta me desvistieron, dejándome sólo la capucha puesta, me pusieron en una especie de camilla amarrada de manos y pies con las piernas abiertas, sentí una luz muy potente que casi me quemaba la piel. Escuché que estos individuos se reían, luego un hombre comenzó a darme pequeños golpes con su pene sobre mi cuerpo, me preguntó de que porte me gustaba, otro hombre escribía cosas sobre mi cuerpo con un lápiz de pasta. Luego vino el interrogatorio [...] en seguida ordenó que me pusieran  corriente en los senos, vagina y rodillas [...]. Luego de las descargas pararon un rato, mientras sentía que hablaban entre ellos. Nuevamente retomaron el interrogatorio, esta vez me dijeron que me habían conectado a la máquina de la verdad [...] por cada respuesta que daba sonaba un pito de esta máquina, por cuanto me decían que yo estaba mintiendo [...] el pito de ese aparato se transformó en un infierno [...] vinieron nuevamente los golpes y las descargas eléctricas, cuando casi estaba inconsciente me levantaron la capucha hasta la nariz, me pusieron un vaso en la boca haciéndome ingerir un líquido, no supe qué pasó conmigo hasta el día siguiente que me devolvieron al campo de prisioneros. En el campo fui recibida por el suboficial [...] el que al verme comentó que si se diera vuelta la tortilla no querría que esto le pasara a su hija, le pregunté qué me había pasado, pero enseguida llamó a las enfermeras militares [...] sentía dolor en la vagina y en todo mi cuerpo [...] estaba muy deteriorada sin poder defecar [...].

Hombre, detenido en octubre de 1973. Relato de su reclusión en la Casa de la
Cultura de Barrancas, a cargo de un batallón del Regimiento Yungay de San Felipe,Región Metropolitana: En un instante sentí que las yemas de mis dedos me ardían,me estaban clavando con agujas [...] encendió un potente foco de mercurio a unos dos metros de mi cara. Los gritos del subteniente se empezaron a alejar, mi rostro ardía, en mi desesperación me pasé la mano por la frente y parte de la cara. El capitán golpeó la mesa que me separaba de él y me dijo que si me pasaba la mano por la cara me iba a quedar marcada para siempre. Había sido muy tardía la advertencia porquemi rostro quedó quemado y con marcas que llevo hasta hoy.

Estos son solo dos casos del Informe Valech sobre prisión política y tortura en la dictadura de Pinochet.



lunes, mayo 28, 2012

Los Hijos




Por Eduardo Galeano

Hace once años, en Montevideo, yo estaba esperando a Florencia en la puerta de la casa. Ella era muy chica; caminaba como un osito. Yo la veía poco. Me quedaba en el diario hasta cualquier hora y por las mañanas trabajaba en la Universidad. Poco sabía de ella. La besaba dormida, a veces le llevaba chocolatines o juguetes.

La madre no estaba aquella tarde, y yo esperaba en la puerta de la casa el ómnibus que traía a Florencia de la jardinería.

Llegó muy triste. No hablaba. En el ascensor hacía pucheros. Después dejó que la leche se enfriara en el tazón. Miraba el piso.
La senté en mis rodillas y le pedí que me contara. Ella negó con la cabeza. La acaricié, la besé en la frente. Se le escapó alguna lágrima. Con el pañuelo le sequé la cara y la soné. Entonces volví a pedirle:

- Andá, decime.

Me contó que su mejor amiga le había dicho que no la quería.
Lloramos juntos, no sé cuánto tiempo, abrazados los dos, ahí en la silla.
Yo sentía las lastimaduras que Florencia iba a sufrir a lo largo de los años y hubiera querido que Dios existiera y no fuera sordo, para poder rogarle que me diera todo el dolor que le tenía reservado.

Días y noches de amor y de guerra

domingo, mayo 27, 2012

Plutonomía y precariado: el declive de la economía estadounidense


TomDispatch


El movimiento “Ocupemos” ha experimentado un desarrollo estimulante. Hasta donde mi memoria alcanza, no ha habido nunca nada parecido. Si consigue reforzar sus lazos y las asociaciones que se han creado en estos meses a lo largo del oscuro periodo que se avecina –no habrá victoria rápida– podría protagonizar un momento decisivo en la historia de los Estados Unidos.
La singularidad de este movimiento no debería sorprender. Después de todo, vivimos una época inédita, que arranca en 1970 y que ha supuesto un auténtico punto de inflexión en la historia de los Estados Unidos. Durante siglos, desde sus inicios como país, fueron una sociedad en desarrollo. Que no lo fueran siempre en la dirección correcta es otra historia. Pero en términos generales, el progreso supuso riqueza, industrialización, desarrollo y esperanza. Existía una expectativa más o menos amplia de que esto seguiría siendo así. Y lo fue, incluso en los tiempos más oscuros.
Tengo edad suficiente para recordar la Gran Depresión. A mediados de los años 30, la situación era objetivamente más dura que la actual. El ánimo, sin embargo, era otro. Había una sensación generalizada de que saldríamos adelante. Incluso la gente sin empleo, entre los que se contaban algunos parientes míos, pensaba que las cosas mejorarían. Existía un movimiento sindical militante, especialmente en el ámbito del Congreso de Organizaciones Industriales. Y se comenzaban a producir huelgas con ocupación de fábricas que aterrorizaban al mundo empresarial –basta consultar la prensa de la época-. Una ocupación, de hecho, es el paso previo a la autogestión de las empresas. Un tema, dicho sea de paso, que está bastante presente en la agenda actual. También la legislación del New Dealcomenzaba a ver la luz a resultas de la presión popular. A pesar de que los tiempos eran duros, había una sensación, como señalaba antes, de que se acabaría por “salir de la crisis”.
Hoy las cosas son diferentes. Entre buena parte de la población de los Estados Unidos reina una marcada falta de esperanza que a veces se convierte en desesperación. Diría que esta realidad es bastante nueva en la historia norteamericana. Y tiene, desde luego, una base objetiva.
La clase trabajadora
En los años 30’ del siglo pasado los trabajadores desempleados podían pensar que recuperarían sus puestos de trabajo. Actualmente, con un nivel de paro similar al existente durante la Depresión, es improbable, si la tendencia persiste, que un trabajador manufacturero vaya a recuperar el suyo. El cambio tuvo lugar hacia 1970 y obedece a muchas razones. Un factor clave, bien analizado por el historiador económico Robert Brenner, fue la caída del beneficio en el sector manufacturero. Pero también hubo otros. La reversión, por ejemplo, de varios siglos de industrialización y desarrollo. Por supuesto, la producción de manufacturas continuó del otro lado del océano, pero en perjuicio, y no en beneficio, de las personas trabajadoras. Junto a estos cambios, se produjo un desplazamiento significativo de la economía del ámbito productivo –de cosas que la gente necesitara o pudiera usar- al de la manipulación financiera. Fue entonces, en efecto, cuando la financiarización de la economía comenzó a extenderse.
Los bancos
Antes de 1970, los bancos eran bancos. Hacían lo que se espera que un banco haga en una economía capitalista: tomar fondos no utilizados de una cuenta bancaria, por ejemplo, y darles una finalidad potencialmente útil como ayudar a una familia a que se compre una casa o a que envíe a su hijo a la escuela. Esto cambió de forma dramática en los setenta. Hasta entonces, y desde la Gran Depresión, no había habido crisis financieras. Los años cincuenta y sesenta fueron un periodo de gran crecimiento, el más alto en la historia de los Estados Unidos y posiblemente en la historia económica. Y fue igualitario. Al quintil más bajo de la sociedad le fue tan bien como al más alto. Mucha gente accedió a formas de vida más razonables –de “clase media”, como se llamó aquí, de “clase trabajadora”, en otros países–. Los sesenta, por su parte, aceleraron el proceso. Tras una década un tanto sombría, el activismo de aquellos años civilizó el país de forma muchas veces duradera. Con la llegada de los setenta, se produjeron una serie de cambios abruptos y profundos: desindustrialización, deslocalización de la producción y un mayor protagonismo de las instituciones financieras, que crecieron enormemente. Yo diría que entre los años cincuenta y sesenta se produjo un fuerte desarrollo de lo que décadas después se conocería como economía de alta tecnología: computadores, Internet y revolución de las tecnologías de la información, que se desarrollaron sustancialmente en el sector estatal. Estos cambios generaron un círculo vicioso. Condujeron a una creciente concentración de riqueza en manos del sector financiero, pero no beneficiaron a la economía (más bien la perjudicaron, al igual que a la sociedad).
Política y dinero
La concentración de riqueza trajo consigo una mayor concentración de poder político. Y la concentración de poder político dio lugar a una legislación que intensificaría y aceleraría el ciclo. Esta legislación, bipartidista en lo esencial, comportó la introducción de nuevas políticas fiscales, así como de medidas desreguladoras del gobierno de las empresas. Junto a este proceso, se produjo un aumento importante del coste de las elecciones, lo que hundió aún más a los partidos políticos en los bolsillos del sector empresarial.
Los partidos, en realidad, comenzaron a degradarse por diferentes vías. Si una persona aspiraba a un puesto en el Congreso, como la presidencia de una comisión, lo normal era que lo obtuviera a partir de su experiencia y capacidad personal. En solo un par de años, tuvieron que comenzar a contribuir a los fondos del partido para lograrlo, un tema bien estudiado por gente como Tom Ferguson. Esto, como decía, aumentó la dependencia de los partidos del sector empresarial (y sobre todo, del sector financiero).
Este ciclo acabó con una tremenda concentración de riqueza, básicamente en manos del primer uno por ciento de la población. Mientras tanto, se abrió un período de estancamiento e incluso de decadencia para la mayoría de la gente. Algunos salieron adelante, pero a través de medios artificiales como la extensión de la jornada de trabajo, el recurso al crédito y al sobreendeudamiento o la apuesta por inversiones especulativas como las que condujeron a la reciente burbuja inmobiliaria. Muy pronto, la jornada laboral acabó por ser más larga en Estados Unidos que en países industrializados como Japón o que otros en Europa. Lo que se produjo, en definitiva, fue un período de estancamiento y de declive para la mayoría unido a una aguda concentración de riqueza. El sistema político comenzó así a disolverse.
Siempre ha existido una brecha entre la política institucional y la voluntad popular. Ahora, sin embargo, ha crecido de manera astronómica. Constatarlo no es difícil. Basta ver lo que está ocurriendo con el gran tema que ocupa a Washington: el déficit. El gran público, con razón, piensa que el déficit no es la cuestión principal. Y en verdad no lo es. La cuestión importante es la falta de empleo. Hay una comisión sobre el déficit pero no una sobre el desempleo. Por lo que respecta al déficit, el gran público tiene su posición. Las encuestas lo atestiguan. De forma clara, la gente apoya una mayor presión fiscal sobre los ricos, la reversión de la tendencia regresiva de estos años y la preservación de ciertas prestaciones sociales. Las conclusiones de la comisión sobre el déficit seguramente dirán lo contrario. El movimiento de ocupación podría proporcionar una base material para tratar de neutralizar este puñal que apunta al corazón del país.
Plutonomía y precariado
Para el grueso de la población –el 99%, según el movimiento Ocupemos– estos tiempos han sido especialmente duros, y la situación podría ir a peor. Podríamos asistir, de hecho, a un período de declive irreversible. Para el 1% -e incluso menos, el 0,1%- todo va bien. Son más ricos que nunca, más poderosos que nunca y controlan el sistema político, de espaldas a la mayoría. Si nada se lo impide, ¿por qué no continuar así?
Tomemos el caso de Citigroup. Durante décadas, ha sido uno de los bancos de inversión más corruptos. Sin embargo, ha sido rescatado una y otra vez con dinero de los contribuyentes. Primero con Reagan y ahora nuevamente. No incidiré aquí en el tema de la corrupción, pero es bastante alucinante. En 2005, Citigroup sacó unos folletos para inversores bajo el título: “Plutonomía: comprar lujo, explicar los desequilibrios globales”. Los folletos animaban a los inversores a colocar dinero en un “índice de plutonomía”. “El mundo –anunciaban- se está dividiendo en dos bloques: la plutonomía y el resto”.
La noción de plutonomía apela a los ricos, a los que compran bienes de lujo y todo lo que esto conlleva. Los folletos sugerían que la inclusión en el “índice de plutonomía” contribuiría a mejorar los rendimientos de los mercados financieros. El resto bien podía fastidiarse. No importaba. En realidad, no eran necesarios. Estaban allí para sostener a un Estado poderoso, que rescataría a los ricos en caso de que se metieran en problemas. Ahora, estos sectores suelen denominarse “precariado” –gente que vive una existencia precaria en la periferia de la sociedad–. Solo que cada vez es menos periférica. Se está volviendo una parte sustancial de la sociedad norteamericana y del mundo. Y los ricos no lo ven tan mal.
Por ejemplo, el ex presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, llegó a ir al Congreso, durante la gestión de Clinton, a explicar las maravillas del gran modelo económico que tenía el honor de supervisar. Fue poco antes del estallido del crack en el que tuvo una responsabilidad clarísima. Todavía se le llamaba “San Alan” y los economistas profesionales no dudaban en describirlo como uno de los más grandes. Dijo que gran parte del éxito económico tenía que ver con la “creciente inseguridad laboral”. Si los trabajadores carecen de seguridad, si forman parte del precariado, si viven vidas precarias, renunciarán a sus demandas. No intentarán conseguir mejores salarios o mejores prestaciones. Resultarán superfluos y será fácil librarse de ellos. Esto es lo que, técnicamente hablando, Greenspan llamaba una economía “saludable”. Y era elogiado y enormemente admirado por ello.
La cosa, pues, está así: el mundo se está dividiendo en plutonomía y precariado –el 1 y el 99 por ciento, en la imagen propagada por el movimiento Ocupemos. No se trata de números exactos, pero la imagen es correcta. Ahora, es la plutonomía quien tiene la iniciativa y podría seguir siendo así. Si ocurre, la regresión histórica que comenzó en los años setenta del siglo pasado podría resultar irreversible. Todo indica que vamos en esa dirección. El movimiento Ocupemos es la primera y más grande reacción popular a esta ofensiva. Podría neutralizarla. Pero para ello es menester asumir que la lucha será larga y difícil. No se obtendrán victorias de la noche a la mañana. Hace falta crear estructuras nuevas, sostenibles, que ayuden a atravesar estos tiempos difíciles y a obtener triunfos mayores. Hay un sinnúmero de cosas, de hecho, que podrían hacerse.
Hacia un movimiento de ocupación de los trabajadores
Ya lo mencioné antes. En los años treinta del siglo pasado, las huelgas con ocupación de los lugares de trabajo eran unas de las acciones más efectivas del movimiento obrero. La razón era sencilla: se trataba del paso previo a la toma de las fábricas. En los años setenta, cuando el nuevo clima de contrarreforma comenzaba a instalarse, todavía pasaban cosas importantes. En 1977, por ejemplo, la empresa US Steel decidió cerrar una de sus sucursales en Youngstown, Ohio. En lugar de marcharse, simplemente, los trabajadores y la comunidad se propusieron unirse y comprarla a los propietarios para luego convertirla en una empresa autogestionada. No ganaron. Pero de haber conseguido el suficiente apoyo popular, probablemente lo habrían hecho. Gar Alperovitz y Staufhton Lynd, los abogados de los trabajadores, han analizado con detalle esta cuestión. Se trató, en suma, de una victoria parcial. Perdieron, pero generaron otras iniciativas. Esto explica que hoy, a lo largo de Ohio y de muchos otros sitios, hayan surgido cientos, quizás miles de empresas de propiedad comunitaria, no siempre pequeñas, que podrían convertirse en autogestionadas. Y esta sí es una buena base para una revolución real.
Algo similar pasó en la periferia de Boston hace aproximadamente un año. Una multinacional decidió cerrar una instalación rentable que producía manufacturas con alta tecnología. Evidentemente, para ellos no era lo suficientemente rentable. Los trabajadores y los sindicatos ofrecieron comprarla y gestionarla por sí mismos. La multinacional se negó, probablemente por consciencia de clase. Creo que no les hace ninguna gracia que este tipo de cosas pueda ocurrir. Si hubiera habido suficiente apoyo popular, algo similar al actual movimiento de ocupación de las calles, posiblemente habrían tenido éxito.
Y no es el único proceso de este tipo que está teniendo lugar. De hecho, se han producido algunos con una entidad mayor. No hace mucho, el presidente Barack Obama tomó el control estatal de la industria automotriz, la propiedad de la cual estaba básicamente en manos de una miríada de accionistas. Tenía varias posibilidades. Pero escogió esta: reflotarla con el objetivo de devolverla a sus dueños, o a un tipo similar de propiedad que mantuviera su estatus tradicional. Otra posibilidad era entregarla a los trabajadores, estableciendo las bases de un sistema industrial autogestionado que produjera cosas necesarias para la gente. Son muchas, de hecho, las cosas que necesitamos. Todos saben o deberían saber que los Estados Unidos tienen un enorme atraso en materia de transporte de alta velocidad. Es una cuestión seria, que no sólo afecta la manera en que la gente vive, sino también la economía. Tengo una historia personal al respecto. Hace unos meses, tuve que dar un par de charlas en Francia. Había que tomar un tren desde Avignon, al sur, hasta el aeropuerto Charles de Gaulle, en París. La distancia es la misma que hay entre Washington DC y Boston. Tardé dos horas. No sé si han tomado el tren que va de Washington a Boston. Opera a la misma velocidad que hace sesenta años, cuando mi mujer y yo nos subimos por primera vez. Es un escándalo.
Nada impide hacer en los Estados Unidos lo que se hace en Europa. Existe la capacidad y una fuerza de trabajo cualificada. Haría falta algo más de apoyo popular, pero el impacto en la economía sería notable. El asunto, sin embargo, es aún más surrealista. Al tiempo que desechaba esta opción, la administración Obama envió a su secretario de transportes a España para conseguir contratos en materia de trenes de alta velocidad. Esto se podría haber hecho en el cinturón industrial del norte de los Estados Unidos, pero ha sido desmantelado. No son, pues, razones económicas las que impiden desarrollar un sistema ferroviario robusto. Son razones de clase, que reflejan la debilidad de la movilización popular.
Cambio climático y armas nucleares  
Hasta aquí me he limitado a las cuestiones domésticas, pero hay dos desarrollos peligrosos en el ámbito internacional, una suerte de sombra que planea sobre todo lo el análisis. Por primera vez en la historia de la humanidad, hay amenazas reales a la supervivencia digna de las especies.
Una de ellas nos ha estado rondando desde 1945. Es una especie de milagro que la hayamos sorteado. Es la amenaza de la guerra nuclear, de las armas nucleares. Aunque no se habla mucho de ello, esta amenaza no ha dejado de crecer con el gobierno actual y sus aliados. Y hay que hacer algo antes de que estemos en problemas serios.
La otra amenaza, por supuesto, es la catástrofe ambiental. Prácticamente todos los países en el mundo están tratando de hacer algo al respecto, aunque sea de manera vacilante. Los Estados Unidos también, pero para acelerar la amenaza. Son el único país de los grandes que no ha hecho nada constructivo para proteger el medio ambiente, que ni siquiera se ha subido al tren. Es más, en cierta medida, lo están empujando hacia atrás. Todo esto está ligado a la existencia de un gigantesco sistema de propaganda que el mundo de los negocios despliega con orgullo y desfachatez con el objetivo de convencer a la gente de que el cambio climático es una patraña de los progres “¿Por qué hacer caso a estos científicos?”.
Estamos viviendo una auténtica regresión a tiempos muy oscuros. Y no lo digo en broma. De hecho, si se piensa que esto está pasando en el país más poderoso y rico de la historia, la catástrofe parece inevitable. En una generación o dos, cualquier otra cosa de la que hablemos carecerá de importancia. Hay que hacer algo, pues, y hacerlo pronto, con dedicación y de manera sostenible. No será sencillo. Habrá, por descontado, obstáculos, dificultades, fracasos. Es más: si el espíritu surgido el año pasado, aquí y en otros rincones del mundo, no crece y consigue convertirse en una fuerza de peso en el mundo social y político, las posibilidades de un futuro digno no serán muy grandes.
Noam Chomsky es profesor emérito del Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT. Universalmente reconocido como renovador de la lingüística contemporánea, es el autor vivo más citado, el intelectual público más destacado de nuestro tiempo y una figura política emblemática de la resistencia antiimperialista mundial. 
Fuente:http://www.tomdispatch.com/post/175539/tomgram%3A_noam_chomsky%2C_a_rebellious_world_or_a_new_dark_age/#more
Traducción para www.sinpermiso.info: Gerardo Pisarello 

jueves, marzo 15, 2012

viernes, febrero 03, 2012

El Verdadero "Hombre del Año"

Santiago Alba Rico
La Calle del Medio


Uno de los productos que quintaesencia el “espíritu estadounidense” es sin duda la conocida revista Time. Fundada en 1923 por Britton Hadden, “el joven más rico del mundo”, refleja e impone desde entonces el molde de una sociedad muy contagiosa que combina el populismo consumista con el individualismo más belicoso y el patriotismo más pedestre. Como es sabido, en el mes de diciembre Time elige “el hombre del año” -que a veces puede ser también una mujer- para honrar así a la personalidad más destacada, la más influyente, la más nombrada, durante el curso recién terminado. No es que la elección no responda a criterios ideológicos determinados; es que, en todo caso, la ideología subyacente tiene que ver con un modelo contable y deportivo -el del capitalismo- que celebra siempre, indiferente al contenido, las grandes cifras, los grandes momentos, los grandes gestos. Time se inclina ante la “notoriedad” en su sentido más estricto: ante los que se hacen notar. Adora a los “monstruos”: es decir, a los que más se “muestran” en público. Su esperada portada anual festeja el mundo tal y como es, generalizando entre los lectores la felicidad de formar parte de una humanidad que pugna, por distintas vías y con distintos medios, por merecer la atención del Time.
Cualquiera puede ser “hombre del año” de Time. ¿Asesinos? Lo fueron Hitler, Stalin y George Bush. ¿Millonarios? Lo fue Bill Gates. ¿Fabricantes de miseria? Lo fue Ben Bernanke, presidente de la Reserva Federal de los EEUU. ¿Todos? En 2006 lo fuiste TÚ, el “you” genérico con el que la publicidad comercial suele interpelar a sus clientes (“por qué tú lo vales”, “siempre pensando en ti”, “nuestro centro eres tú”). Con arreglo a este criterio, podríamos elegir también los personajes más “notorios” de la historia: en el siglo I, la duda estaría entre Cristo y Nerón; en el V la palma se la llevaría Atila, azote del Imperio Romano; en el XIV la peste negra que asoló Europa; en el XVI, los Reyes Católicos, fusta de indígenas, se impondrían por unos pocos votos a Fray Bartolomé de Las Casas, defensor de indígenas; en el siglo XVIII se premiaría ex aequo a María Antonieta y Robespierre; y en el XIX, Napoléon y Marx se disputarían el título con el gran Jack el Destripador. La historia no es lucha de clases sino lucha de celebridades; no es una carnicería sino un escaparate. ¡Qué emocionante y variado es el mundo y qué tranquilidad saber que, pase lo que pase, la fotografía del ganador aparecerá en la portada de la revista Time!

En 2011 “la persona del año” ha sido El Manifestante, representado en la figura andrógina de un indignado universal, étnico, postmoderno y orientalista, molde que recoge, para deformarlo, el malestar profundo de los pueblos del mundo contra una civilización injusta y agonizante. Porque El Manifestante es celebrado como un as del balón, un príncipe filántropo o una actriz pornográfica de mucho glamour. Cuando se denuncian justamente las mentiras, manipulaciones o silencios de los grandes medios de comunicación se suele olvidar este efecto antropológico tranquilizador asociado a los formatos populistas y mercantiles del periodismo hegemónico. Millones de personas se han manifestado en todo el mundo, de Túnez a Wall Street, de Grecia a Wisconsin, para derrocar dictaduras, denunciar a los responsables de la crisis capitalista y, en definitiva, cuestionar el modelo cuyo mascarón de proa es precisamente la revista Time. El Manifestante puede aparecer en su portada porque no ha triunfado en sus demandas; pero sobre todo -y al revés- el Time lo recoge en su portada para despuntar y banalizar su combate. El Manifestante, digamos, sí ha vencido; El Manifestante ha alcanzado su objetivo porque su objetivo no era cambiar el mundo sino alcanzar, en pugna con Benedicto XVI, el Fútbol Club Barcelona o el Ejército de Salvación, la portada de Time. Y el lector de Time se siente así completamente a salvo en su sillón, disfrutando de su café en un mundo construido -como un hipódromo o una pista de carreras- para su seguridad y diversión. Nada tranquiliza más que una mala noticia si nos la da la televisión; nada calma más que una amenaza si es la “persona del año” de la revista Time.

Pero el verdadero personaje del año -el que realmente tranquiliza al lector burgués de Time- está detrás de El Manifestante, como su reverso y su destrucción. De hecho, estoy casi seguro de que el consejo editor de la revista tardó en decidirse y tuvo muchas dudas, como las habría tenido en el siglo I entre Cristo y Nerón. El otro candidato a la portada era, sí, el Policía. Basta un mínimo esfuerzo para verlo a un lado y otro del romántico Manifestante, homenajeado junto a él, cediendo generosamente el protagonismo a su víctima: los policías asesinos en Túnez, Egipto, Siria, Yemen y Bahrein; los policías salvajes que golpearon a los pacíficos muchachos en Plaza de Catalunya de Barcelona; los que abrieron la cabeza a los huelguistas de Atenas; los que detuvieron a porrazos a los ocupantes de Wall Street. ¿El hombre del año? Dos. Enfrentados en las plazas, unidos en portada: el joven manifestante tocado con su kufiya palestina al viento, un ojo morado, la sangre corriéndole por la cabeza, con una sonrisa de satisfacción en los labios -¡portada de Time!-, y a su lado, pasándole el brazo sobre el hombro, el policía acorazado y musculoso que sonríe bajo el casco -¡portada de Time!- mientras esgrime victorioso su escudo, su porra y su pistola.

Los policías y manifestantes que luchaban y siguen luchando en las plazas luchaban en realidad, ahora lo sabemos, por ver cuál de los dos alcanzaba la portada de Time. Como en las plazas suele vencer la policía, porque en las plazas suele vencer la policía, mientras en las plazas suela vencer la policía, Time podrá dar la victoria al Manifestante en su portada.

Cuando la justicia, la libertad, la democracia, la igualdad y el socialismo sean la realidad del año, Time habrá desaparecido.

Una versión más corta de este artículo fue publicada en el número de enero/2012 de la revista asturiana Atlántica XXII: http://www.atlanticaxxii.com/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.

sábado, octubre 22, 2011

Endgame. El problema de la civilización


¿Acaso alguna persona en su sano juicio se lanzaría de cabeza al cubo de la basura para parar a Hitler? ¿O creería que el hacer compost habría acabado con la esclavitud o lograría la jornada de ocho horas de trabajo? ¿Se creería que cortar leña y acarrear agua habría sacado a los presos de las cárceles zaristas, o que bailar desnudo alrededor del fuego ayudaría a elaborar la ley de derecho al voto de 1957 o la ley de derechos civiles de 1964? Entonces, ¿por qué ahora, con el mundo entero en juego, hay tanta gente que se retrotrae a las “soluciones personales”?
Una parte del problema es que hemos sido víctimas de una campaña sistemática de desorientación. La cultura del consumo y el pensamiento capitalista nos han enseñado a sustituir por actos de consumo individual la resistencia política organizada. “Una verdad incómoda” ayudó a elevar la conciencia sobre el calentamiento global. Pero ¿se dieron ustedes cuenta de que todas las soluciones que presentaba tenían que ver con el consumo personal, con cambiar las bombillas a bajo consumo, inflar las ruedas, conducir la mitad, etc. y que no tenían nada que ver con quitar el poder a las grandes empresas o parar el crecimiento económico que está destruyendo el planeta? Si cada persona en los EE. UU. hubiese hecho lo que la película sugería, las emisiones de carbono de los EE. UU. se habrían reducido apenas un 22%. El consenso científico es que hay que reducir al menos el 75% de las emisiones.
O hablemos del agua. Oímos con mucha frecuencia que el agua empieza a escasear en el mundo. Hay gente que muere por falta de agua. Los ríos se van secando por falta de agua. Es por ello por lo que tenemos que darnos duchas más cortas. ¿Ven la desconexión? ¿Soy acaso responsable del agotamiento de los acuíferos por darme duchas? Pues no, porque más del 90% del agua que utilizan los seres humanos la consume la agricultura y la industria. Y el 10 por ciento restante se divide entre los usos municipales y el consumo humano real. En general, los campos de golf municipales consumen tanta agua como los habitantes de los municipio. Los seres vivos (humanos y peces) no se están muriendo porque el mundo se esté quedando sin agua, sino porque el agua se está robando.
Hablemos de energía. Kirkpatrick Sale lo resumió con acierto: La historia se ha repetido en los últimos 15 años: el consumo residencial individual en coche privado es apenas un cuarto de todo el consumo; la gran mayoría del consumo (energético) es comercial, industrial, corporativo de la agricultura mecanizada y gubernamental (olvidó mencionar el militar). Por tanto, incluso aunque todos nosotros fuésemos en bicicleta y nos calentásemos con estufas de leña, ello supondría un impacto inapreciable en el uso energético, en el calentamiento global y en la contaminación atmosférica”.
O hablemos de desechos. En 2005, la producción municipal de basura fue de unos 705 kilos per capita (en realidad, lo que ponemos en el cubo de la basura) en los EE. UU. Supongamos que es usted un activista muy exigente y con una forma de vida muy sencilla y reduce esto a cero. Recicla todo. Lleva las bolsas de la ropa apara hacer compras. Arregla el tostador, sus dedos sobresalen por la puntera de sus zapatillas. Pues aún así, no es suficiente. Dado que la basura municipal no sólo incluye a la residencial sino también la que emana de las oficinas públicas y de los negocios, se va en manifestación a estas oficinas, con los panfletos de reducción de desechos en la mano y les convence para eliminar la parte de la basura que a usted le corresponde. Vaya, hay malas noticias: la basura municipal apenas supone el 3 por ciento de toda la producción de residuos en los EE. UU.
Trataré de explicarme. No estoy diciendo que no debamos vivir de forma más sencilla. Yo mismo vivo de forma razonablemente sencilla, pero no creo que el no comprar mucho (o no conducir mucho o no tener hijos) sea un poderoso acto político o que sea profundamente revolucionario. No lo es. Los cambios personales no significan cambios sociales.
Por tanto ¿cómo es que ahora y especialmente con el mundo en una encrucijada, hemos llegado a aceptar estas respuestas absolutamente insuficientes? Creo que en parte es porque estamos en un doble aprieto. Y un doble aprieto es cuando se ofrecen varias opciones, pero sea cual fuere la escogida, siempre se pierde y no es posible retirarse.
A estas alturas, debería resultar bastante fácil reconocer que cada acción que implica a la economía industrial es destructiva (y no deberíamos pretender que la energía solar fotovoltaica, por ejemplo, nos sacará de esto, ya que también exige minería e infraestructuras de transporte en cada punto del proceso de producción; y lo mismo puede decirse de cualquier otra tecnología de las llamadas “verdes”. Por tanto, si elegimos esta opción, si participamos ávidamente en la economía industrial, podemos creer a corto plazo que ganaremos, porque acumulamos riqueza, que es el signo del “éxito” en esta cultura. Pero, en realidad, perdemos, porque la civilización industrial está acabando con el planeta, lo que significa que todo el mundo pierde. Si elegimos la otra opción, la de vivir de manera más sencilla, esto causa menos daño, pero no se consigue evitar que la economía industrial acabe con el planeta y podemos llegar a pensar a corto plazo que ganamos, porque nos sentimos más puros e incluso no tenemos que dar todo de nosotros (apenas lo suficiente para justificar que no se pare el horror), pero también en este caso realmente perdemos, porque la civilización industrial sigue cargándose el planeta, lo que significa que todos perdemos.
La tercera opción, que consiste en actuar de forma decisiva para frenar la economía industrial, produce mucho miedo por varias razones, incluyendo alguna, aunque no sólo esa, de que perdemos algunos de los lujos (como la electricidad) a los que nos hemos acostumbrado desde que nacimos y por el hecho de que aquellos que están en el poder pueden intentar matarnos si impedimos, de forma seria, su capacidad de explotar al mundo, aunque ninguna de estas razones altera el hecho de que sea una opción mejor que la de un planeta muerto. Cualquier opción es mejor que la de un planeta muerto.
Además de lo improbable de promover los tipos de cambios necesarios para evitar que esta cultura termine aniquilando el planeta, hay al menos otros cuatro problemas al considerar los sencillos modos de vida como un acto político (contrariamente a vivir de forma sencilla porque es lo que uno desea hacer). El primero es que se postula sobre la errónea noción de que los seres humanos necesariamente dañan su entorno. Vivir de forma simple como un acto político, consiste solamente en reducir el daño, ignorando que los seres humanos pueden ayudar a la Tierra tanto como pueden dañarla. Podemos rehabilitar los cauces, podemos eliminar los efluentes invasivos, podemos eliminar las (re)presas, podemos trastocar el sistema político inclinado hacia los ricos y hacia los un sistema económico extractivo, podemos destruir el sistema económico que es destruir el mundo real y físico.
El segundo problema, y éste es considerable, es que asigna la culpabilidad a las personas y muy especialmente a los más desfavorecidos), en vez de adjudicarla a aquellos que realmente detentan el poder en este sistema y al sistema en sí. Kirkpatrick de nuevo: “La culpabilización absolutamente individualista del qué-puedes-hacer-tú-para-salvar-la-tierra es un mito. Nosotros, como individuos, no hemos creado la crisis y no podemos resolverla”
El tercer problema es que aceptamos la redefinición capitalista que nos convierte de ciudadanos en consumidores. Al aceptar esta redefinición, reducimos nuestras posibles formas de resistencia a consumir o a no consumir. Los ciudadanos tienen muchas más tácticas de resistencia a su disposición, incluyendo el votar, o no votar, postularnos, hacer panfletos, boicotear, organizarnos, agruparnos, protestar y cuando un gobierno atente contra la vida o la libertad y contra la búsqueda de la felicidad, tenemos el derecho de alterarlo o abolirlo.
El cuarto problema es que el punto final de la lógica que subyace bajo las formas de vida sencillas, entendidas como un acto político, es suicida. Si cada acto en una economía industrial es destructivo; si deseamos frenar esa destrucción y si no tenemos voluntad o somos incapaces de preguntarnos (y mucho menos de destruir) las infraestructuras intelectuales,, morales, económicas o físicas que hacen que cada acto de la economía industrial sea destructivo, entonces se puede llegar a creer que causaremos la menor destrucción posible si morimos.
La buena noticia es que hay otras opciones. Podemos seguir los ejemplos de los valientes activistas que vivieron en tiempos difíciles. He mencionado la Alemania nazi, la Rusia zarista, a los pacifistas estadounidenses que hicieron mucho más que manifestar su pureza moral; se opusieron activamente a las injusticias que les rodeaban. Podemos seguir el ejemplo de aquellos que recordaron que el papel de un activista no consiste en navegar en los sistemas opresivos con tanta integridad como sea posible, sino más bien en enfrentarse y derribar estos sistemas.
Extraido de blog Iniciativa Debate Publico

sábado, octubre 15, 2011

Intelecuales como Naomi Klein, Noam Chomsky y Eduardo Galeano firman un manifiesto global de apoyo a las marchas del 15-O


El manifiesto 

El 15 de octubre, unidos y unidas en nuestra diversidad por un cambio global, exigimos democracia global: un gobierno global del pueblo y para el pueblo. Inspirados en nuestros hermanos y hermanas en Túnez, Egipto, Libia, Siria, Bahrain, Palestina-Israel, España, Chile y Grecia, también exigimos un cambio de régimen: un cambio de régimen global. En las palabras de Vandana Shiva, la activista india, exigimos el remplazo del G8 por la humanidad completa- el G7,000,000,000.
Las instituciones internacionales no democráticas son nuestro Mubarak global, nuestro Assad mundial, nuestro Gaddafi internacional. Estas incluyen: el FMI, OMC, el comercio internacional, los bancos multinacionales, el G8/G20 y el Consejo de Seguridad de la ONU. Como Mubarak y Assad, no permitiremos que dirijan nuestras vidas sin nuestro consentimiento. Todos nacimos iguales, pobre o rico, mujer o hombre. Africanos y Asiáticos son iguales a Europeos y Americanos. Nuestras instituciones deben reflejar esto o ser derrocadas.
Hoy, más que nunca, fuerzas globales determinan nuestras vidas. Nuestros trabajos, nuestra salud, nuestra vivienda, nuestra educación y nuestras pensiones están controladas por los bancos internacionales, el mercado, los paraísos fiscales, las corporaciones y las crisis financieras. Nuestro medio ambiente está siendo destruido por contaminación en otros continentes. Nuestra seguridad la determinan las guerras y el comercio de armas, drogas y recursos naturales que benefician a personas fuera de nuestras fronteras. Estamos perdiendo el control sobre nuestras vidas. Esto debe terminar. Esto va a terminar. Los ciudadanos del mundo debemos recuperar el control sobre las decisiones que nos afectan a todos los niveles – de global a local. Esto es democracia global. Esto es lo que hoy exigimos. [Este párrafo fue agregado siguiendo las sugerencias de las asambleas]
Como los zapatistas mexicanos, hoy decimos “¡Ya basta! Aquí el pueblo manda y el gobierno obedece” - ¡Ya basta! Aquí el pueblo manda y las instituciones globales obedecen. Como los indignados españoles decimos “¡Democracia real ya!”- Democracia global real ya.
Hoy hacemos un llamado a los ciudadanos del mundo: ¡Globalicemos la Plaza Tahrir! ¡Globalicemos la Puerta del Sol!
Fuente: publico.es

lunes, octubre 03, 2011

Noticias perdidas (II)

Santiago Alba Rico


Entre el 29 de julio y el 31 de agosto el diario Público reprodujo estas breves noticias inventadas por el autor que a veces parecen menos fantasiosas y desde luego mucho más reveladoras que las de nuestros periódicos. En mayo de 2010 Santiago Alba publicó un libro que se llama precisamente "Noticias" (Editorial Caballo de Troya), en el que explota este formato para exponer y denunciar, como decía Kafka, "un estado del mundo y un estado del alma"; es decir, el capitalismo.


NOTICIA Nº 1
La oposición habla de “engaño a los votantes” e incumplimiento de promesa electoral
El gobierno aplaza una vez más el fin del mundo
En rueda de prensa celebrada ayer, el portavoz del gobierno anunció de manera oficial un nuevo aplazamiento del fin del mundo, previsto inicialmente para el próximo 5 de agosto. “Todo está preparado”, declaró Sucinto Turmo, “es sólo cuestión de días”. Y ha añadido para justificar el retraso: “coincidía con la inauguración del europeo de baloncesto; y además aún no está resuelta del todo la cuestión de los derechos televisivos”. El portavoz gubernamental ha anunciado asimismo la nueva fecha, el 11 de agosto, día de San Lorenzo, y ha asegurado que no habrá ya más demoras. El fuego devorará las casas; el agua anegará las cunas; las montañas se desplomarán para sepultar ciudades y hombres.
El líder de la oposición, Martín Prolijo, ha mostrado su escepticismo y ha criticado duramente la decisión del gobierno: “Se trata de una burla a los ciudadanos: es el decimoquinto aplazamiento en esta legislatura. Ha llegado el momento de un cambio en la dirección política del país”. A juicio de Martín Prolijo, nada justifica la medida, claramente discriminatoria: “¿sabe usted cuántas personas morirán en la carretera en estos días sin llegar a ver el último día de la humanidad? Es un derecho explícitamente reconocido en nuestro programa”.
Mientras esperan, los votantes riegan sus flores, pagan sus créditos, construyen sus casas, planean sus vacaciones de Navidad, preparan sus bodas, se quejan del tráfico y de los emigrantes, beben, comen, rezan, blasfeman, besan y ven la televisión.
Unos pocos locos, en contra de la voluntad general, han recibido con alivio la decisión del gobierno y conspiran para lograr un nuevo aplazamiento e incluso para suspender definitivamente el fin del mundo. Uno de ellos, Indigo Favil, fue sorprendido el pasado martes mientras apuntalaba en secreto la sierra de Gredos.
Gobierno y oposición han pedido la intervención de la Audiencia Nacional.

NOTICIA 2
Mantuvo 27 día secuestrado al banquero más poderoso de Grecia
“Sólo lo hice para enseñarle una naranja”
Manolis Calas, parado de 32 años, retuvo durante casi un mes al conocido banquero Socrates Rastapopoulos después de secuestrarlo al salir de la ópera el pasado mes de mayo. Hoy nos cuenta desde la cárcel las razones de su espantoso crimen:
“Yo sólo quería enseñarle una naranja. ¿Por qué? Porque uno no puede mirar una naranja sin volverse bueno o, al menos, sensato. Eso me pasó a mí el 13 de febrero de 2007. Yo era ladrón de bancos y estaba cruzando un huerto para reunirme con mis cómplices cuando me fijé por primera vez en una naranja. Digamos que se interpuso en mi camino. La miré y comprendí que había surgido, redonda y luminosa, en uno de los extremos de ese complicado árbol verde de tronco grisáceo. Me quedé literalmente fascinado. Nunca he mirado tanto tiempo a una mujer ni un programa de televisión. Y nunca más volví a robar un banco”.
“Entonces, ¿no pidió usted un rescate por la liberación de Rastapopoulos? ¿No impuso usted condiciones políticas? ¿No es usted un radical?”.
“Soy un educador. Todos los días dejaba encima de la mesa del banquero una naranja antes de candar de nuevo la puerta de su encierro. Confiaba en el papel moralizador de las naranjas. Rastapopoulos -ay- se comió 24. Las miraba un instante y luego, cuando parecía a punto de ceder, se las comía con inquietante voracidad. El día 25, desesperado, lo intenté con un espejo de mar, la bellísima concha nacarada de un molusco mediterráneo que me curó en una ocasión del impulso de despreciar el mundo. Rastapopoulos la utilizó de cenicero”.
“¿Ha dejado de creer en las naranjas?”
“De ninguna manera. He comprendido que hay una diferencia entre un ladrón de bancos y un propietario de bancos. Y que también nuestras naranjas y nuestras caracolas están ahora amenazadas”.


NOTICIA 3
El efecto de retirar o no una horquilla
Se recoge el pelo en un moño y la Torre Eiffel sigue en pie
Según un estudio científico de la Universidad de Estrasburgo, Amelie Rahner, estudiante de 15 años, sentada a la mesa de una concurrida cafetería del centro de la ciudad, explicaba a su compañera Aline por qué no podría amar nunca a un hombre rico ni creer en un dios omnipotente cuando de pronto, para subrayar su argumentación, se recogió el pelo con un gesto limpio, certero e inconsciente por encima de la nuca.
El estudio de la Universidad de Estrasburgo ha registrado y catalogado los efectos ambientales de ese gesto banal. He aquí los resultados:
Aline, compañera de Amelie, que se había peleado con su padre, ahora repentinamente apaciguada, se sintió feliz y orgullosa de ser lesbiana.
Rita Soriano, la camarera ecuatoriana de 27 años, comprendió que quería ser peluquera.
François Rodier, trabajador precario en una panadería industrial, se acordó con dolor de una vieja canción y salió precipitadamente del café para pedir perdón a su hermano.
Frida Soler y Denis Veblen, comunistas, supieron que si algo está bien en este mundo es el pelo de una niña y que todos los intereses del capitalismo internacional deben inclinarse ante el derecho inalienable de las mujeres a llevarlo suelto sobre los hombros o recogido en un moño.
Según la Universidad de Konigsberg, en un momento cualquiera del día, 25 millones de mujeres se recogen al mismo tiempo el pelo en distintos lugares del mundo. “Es muy probable”, afirma el Jacques Maigne, responsable de la investigación, “que este gesto aleatoriamente coordinado fuese la verdadera causa de la Revolución Francesa y del descubrimiento de los antibióticos”. Aún más: el estudio pretende que son estos 25 millones de gestos sincronizados los que mantienen en pie la Torre Eiffel y todos los edificios del mundo.

NOTICIA 4
Sin que Israel pueda hacer nada por evitarlo
Miles rompen el bloqueo de Gaza
Desde el año 2007 Israel somete a un bloqueo ilegal a la Franja de Gaza, en Palestina, la zona más poblada del planeta, donde las escuelas y hospitales bombardeados no pueden ser reconstruidos por falta de materiales de construcción. El año pasado una flotilla solidaria trató de alcanzar las costas de Gaza para llevar hasta allí ayuda humanitaria; el asalto israelí al barco turco Mavi Marmara acabó con la vida de nueve pasajeros. Hace dos meses, una nueva tentativa internacional de romper el bloqueo, Flotilla de la Libertad II, se vio frustrada después de que el gobierno griego cediese a las presiones israelíes e impidiese salir a los barcos atracados en diferentes puertos de Grecia. Israel logró extender el bloqueo de Gaza a las costas europeas.
Pero ahora, tras las últimas noticias llegadas desde Palestina, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha convocado una reunión urgente del gabinete de crisis. La preocupación se ha apoderado del ejército, cuyo Jefe de Estado Mayor ha anunciando una severa respuesta: “Se trata de una provocación que pone en cuestión la existencia misma de nuestra nación”. Avigdor Lieberman, ministro de Asuntos Exteriores, se ha reunido con su homólogo estadounidense para negociar una estrategia común frente a lo que ha calificado de “criminal e intolerable desafío”. Por su parte, el editorial de Yedioth Ahronoth, el diario derechista de Tel Aviv, ha denunciado con aspereza la incapacidad del gobierno a la hora de “defender el carácter judío de Israel”.
El bloqueo ha sido roto. Ha sido roto una y otra vez. Son miles y miles. Llegan a Gaza sin cesar, a razón de 14 por minuto. No será fácil pararlas. Son blancas, insistentes, libres; caminan sobre las aguas. Son las olas.
Netanyahu ha exigido enérgicamente a la ONU que condene la “naturaleza antisemita” del mar.

NOTICIA 5
Las autoridades investigan el fallo
Vuelve a su propia casa y encuentra a sus propios hijos
Javier R. Sepúlveda, contable de 37 años, volvió ayer a casa hacia las 19.00 horas, como todos los días. Enseguida reconoció la puerta con el felpudo azul, el salón con el aparador heredado de los padres, el cajón donde guardaba su colección de monedas, el cuadro chillón de barcos en la playa. Era la misma casa del día anterior. También reconoció a su mujer, el mismo pelo rubio teñido, la misma nariz operada en 2006, el mismo conocido tatuaje en el mismo hombro derecho. Reconoció enseguida a sus propios hijos, Kevin y Vanessa, de 11 y 7 años, él con su habitual mentón un poco prognático, ella con sus orejas de soplillo de siempre. Se fijó bien y descubrió con asombro que ni siquiera el aparato de televisión y el micro-ondas habían cambiado.
La oficina gestora del Ajuste Geológico Global (OGAGG) está investigando el origen del fallo, que ha afectado a unas 100.00 personas en todo el territorio nacional. Se especula con una avería en el regulador de aleatoriedad mutante, aunque tampoco se descarta un sabotaje.
La OGAGG recuerda a los ciudadanos que, en el caso de detectar alguna regularidad en su vida, deben llamar de inmediato a la sección de Continuidad Anómala: 902548748.
La OGAGG denuncia también el creciente número de sabotajes, que han duplicado en el último año las cifras de lo que los sociólogos conocen como “estabilidad sumergida”. Aunque no hay cifras oficiales, se calcula que al menos 950 millones de personas viven clandestinamente una existencia regular: tratan todos los días de volver en secreto a la misma casa, de sentarse en la misma silla, de acostarse en la misma cama, de conservar el mismo cuerpo.
El FMI y la OMC han alertado de las consecuencias catastróficas para la economía de esta práctica irracional.

NOTICIA 6
Obituario
Muere el inventor de las encinas y los lenguados
Llamado también Yahvé, Jehová o Alá, según los países y las culturas, Dios murió ayer ahogado en un vaso de agua.
Sobrevalorado durante años como artista de gran capacidad creativa, se le atribuyó erróneamente la invención de todas las plantas y flores del mundo cuando en realidad quedó hace tiempo demostrado que sólo es autor de la encina o quercus faginea, una lograda copia del roble poblada de bellotas. Asimismo, hasta el año 1859 fue considerado el inventor de toda la fauna del planeta, aérea, marina y terrestre; en esa fecha, hace ya más de cien años, la ciencia estableció sin reservas que únicamente había participado en la creación del lenguado, elsolea vulgaris, un animal marino completamente plano que vive aplastado contra la arena y cuya forma es muy poco respetuosa con el modelo original de “pez”. Todo el resto de las criaturas -el mar y las estrellas, las montañas, las mariposas, el maíz, las selvas y los hipopótamos- son grandes inventos populares cuya autoría colectiva y anónima se manifiesta en la exactitud caprichosa de su factura (piénsese, por ejemplo, en la trompa del elefante o en el pistilo de las orquídeas).
Otras fuentes le atribuyen también la invención de las plagas, la lluvia de fuego, la sequía, el auto de fe, el cilicio y la lapidación. Parece confirmado, sin embargo, que siempre estuvo demasiado ocupado con las encinas y los lenguados -en los que trabajó muy despacio durante siglos- para imitar a los hombres o a la naturaleza. Desde que acabó sus dos obras maestras, aseguran sus biógrafos, se dedicó sencillamente a bañarse de noche en los vasos de agua de las mesillas de los ancianos.
Tras la muerte de Dios, se ha abierto un proceso judicial por la propiedad de las encinas y los lenguados. El Vaticano, Monsanto y Pescanova se reclaman sus herederos legítimos.

NOTICIA 7
Descubre un tobillo en la oscuridad
El pasado 27 de julio, Ramón Benítez, informático de 47 años, se agachó en la oscuridad para buscar su teléfono móvil y tocó un bulto duro, semejante a una ciruela verde. Enseguida le pareció que se trataba de un tobillo. Aún más: le pareció que se trataba de su propio tobillo. Estaba envuelto en un calcetín y encajado en una funda de cuero que un recuerdo remoto -de algo que había leído o vivido hace muchos años- identificó con un zapato. Su asombro se transformó en angustia cuando palpó también una pierna que era -no cabía duda- su propia pierna, cubierta por sus propios pantalones, ceñidos a su vez por un cinturón que rodeaba unas caderas que eran también las suyas. Ramón Benítez comenzó a sentir terror. Intentó convencerse de que todo aquello era de otro y luego, cuando tocó un vientre prominente (¡su propio vientre!) y un pecho sobre el vientre (¡su propio pecho!), trató de disimular, de mirar hacia otro lado, de ocupar el menor espacio posible. Rezó para que la oscuridad se prolongase eternamente. Remontó una clavícula, un hombro, una cabeza con dientes y, al unir por fin sus dos manos temblorosas, se echó a llorar. Después de tantos años y a pesar de sus esfuerzos, había reaparecido: ¡tenía cuerpo!
Al encenderse las luces, el escándalo atronó la sala. Hubo gritos de socorro, carreras, desmayos. Ramón Benítez fue detenido y, como tenía espalda, se la quebraron a golpes en comisaría.
Durante el juicio, Ramón Benítez ha alegado que el cuerpo le brotó solo en la oscuridad y su abogado ha citado otros casos -incluso el de algunos personajes célebres- de cuerpos repentinos o cuerpos provisionales. Al parecer, Cristiano Ronaldo tuvo cuerpo una vez durante una hora y la reina Margarita de Dinamarca tiene cuerpo a ratos.
Pero el juez ha declarado a Benítez “inmigrante ilegal” y ha ordenado su inmediata expulsión al otro lado del muro.

NOTICIA 8
Salen del armario tras quince años de silencio
Según su propio relato, el 13 de enero de 1998, Matías Bauer, propietario de una conocida cadena de supermercados, volvió a casa y buscó en vano a su esposa, Elisa Ramírez, joven cajera con la que se había casado unos meses antes. Denunciada su desaparición, la policía nunca pudo hallar su paradero. Bauer se casó entonces con Martina, su secretaria, quien desapareció también un año después. Ocho veces más contrajo matrimonio el empresario y ocho veces más sus mujeres, siempre jóvenes y pobres, huyeron de su lado sin dejar rastro. Lloroso y enrabietado, Bauer las acusa de infidelidad e ingratitud; sin embargo, tras la desaparición de Adelfa el pasado mes de mayo, algunas voces han comenzado a hablar de él como de un nuevo Barba Azul y la policía ha interrogado al millonario.
Ayer las 10 mujeres de Bauer salieron del armario, donde habían permanecido escondidas durante años. El testimonio de Elisa, la primera de sus esposas, resume el de todas ellas: “encerrada en el dormitorio, oía los pasos de Bauer acercándose por el pasillo y un miedo terrible se apoderaba de mí. Un día no pude más y, como la puerta estaba cerrada, me metí en el armario. Y descubrí que el armario era inmenso y estaba lleno de gente”.
Las 10 mujeres han salido del armario para probar que siguen vivas, pero enseguida han vuelto a entrar en él. “Ustedes lo llaman entrar”, ha declarado Martina, “pero para nosotras es salir”. Y Adelfa, la más joven, ha añadido: “Somos miles de mujeres las que vivimos ahí, llegadas a través de los armarios de dormitorios, escuelas y fábricas de todo el mundo. No saldremos nunca más”.
Matías Bauer ha puesto candados en los armarios de su casa y policías en los vestuarios del personal de sus supermercados.
El miedo se extiende. ¿Y si escaparan todas? ¿Y si -al revés- una multitud airada asaltara el mundo desde los armarios?

NOTICIA 9
Reseña: diario de una desintoxicación
El primer libro del inglés John Brent, ciclista de Carlisle, tiene algo de ejemplar y resultará muy útil tanto a los que han sucumbido ya a la tentación como a los que se creen a salvo de todos los precipicios. En sus 380 páginas, Brent narra su larga experiencia de ataduras y desasimientos, esa lucha que el lenguaje coloquial resume en los verbos “engancharse” y “desengancharse”. Brent probó en su juventud la heroína y durante años se emborrachó tres veces por semana, pero “mucho más duro”, escribe, “fue desengancharse del agua gélida de los torrentes en los que me bañaba dos veces al día, de la luz ventosa de las colinas de Cumbria, de los grandes árboles hoy desaparecidos, de la mirada asombrada de Susan, que me dejó en 1973”. Brent, en efecto, fue desenganchándose poco a poco del vuelo de los gorriones, del sabor de las manzanas Cox en septiembre, del olor de la leña, del chasquido de las botas de agua, del lento balanceo de las cortinas bajo la brisa de mayo, de los viejos manillares de la marca Starley. Particularmente intenso es el pasaje en el que Brent describe cómo se desenganchó del color azul, que absorbió su mirada durante décadas, y de la granja de su tío, derribada por una excavadora y sustituida por un Centro Comercial. Durante cinco años, a partir de 1985, Brent estuvo enganchado incluso a los helechos y los relámpagos.
A sus 85 años, Brent confiesa que le ha costado toda la vida desengancharse de lo liso y lo blando, de lo suave y lo áspero, de lo frío y lo cálido: “Sé que hay gente que prefiere el método rápido: con una pistola se puede hacer. Yo prefiero ir despacio. Hoy sólo me quedan tres o cuatro ataduras esenciales: el color rojo, la leche hirviendo, la idea de la emancipación humana, las faldas cortas de la vecina del cuarto. Pero sé que en pocos años me habré desenganchado también de todo esto para siempre”.

NOTICIA 10
El próximo miércoles sabremos quién es el culpable de la crisis
El próximo miércoles sabremos por fin a quién hacer responsable. Descartados los bancos, las empresas, los especuladores y los gobiernos, un sorteo decidirá quiénes son los culpables de la crisis económica que devasta el país desde hace tres años. Así lo estableció el Parlamento el pasado mes de mayo tras excluir por abrumadora mayoría -con la oposición de apenas diez diputados- cualquier responsabilidad de los mercados. En una emocionante ceremonia, los tradicionales niños de San Ildefonso, con sus inocentes voces navideñas, escogerán pasado mañana diez nombres entre los 37.897.433 incluidos en el bombo. Por razones obvias, habrá dos bolas por cada inmigrante. “Todos los mayores de siete años participarán”, ha anunciado Sucinto Turmo, portavoz del gobierno, para añadir a continuación: “es el procedimiento más justo y generoso. Como la culpa es de todos, no corremos el peligro de castigar a un inocente; al mismo tiempo esos diez españoles elegidos al azar se sacrificarán por todos los demás, que serán perdonados y podrán colaborar en la reactivación económica”. La ceremonia será transmitida por Tele5, que ha comprado los derechos de emisión, y patrocinada por Nestlé y Coca-Cola.
Los diez culpables, cuyos nombres serán anunciados por el presidente del gobierno a las diez de la noche, serán maldecidos al día siguiente en un acto público por el arzobispo Rouco Varela, después de lo cual serán conducidos en procesión hasta el edificio de la Bolsa de Madrid y arrojados al vacío, uno por uno, desde la azotea. Un discurso y una marcha militar darán por concluida la crisis.
“La situación exige soluciones dolorosas”, ha declarado el líder de la oposición, Martín Prolijo. “Los diez culpables deben saldar su deuda”. Los 37.897.423 españoles restantes serán castigados con más paro, más recortes salariales y más trabajo precario.

NOTICIA 11
Una plaga de esqueletos
El fuerte viento procedente del norte de Africa que sopla desde hace diez días sobre Europa ha traído una nueva plaga a nuestras ciudades. Primero fueron las langostas las que cayeron a puñados desde el cielo; luego la anaranjada arena del desierto veló durante 48 horas el sol; ahora miles de esqueletos cruzan volando el estrecho y se precipitan sobre nuestras casas. Los tres primeros muertos los encontró hace dos días un vecino de Murcia al pie de uno de los árboles de su jardín, con la boca llena de hierba. Desde entonces el viento los ha llevado a todas partes, incluso a lugares tan distantes como Oslo y Copenhague, donde la Muerte había sido oficialmente erradicada en el año 2005.
“Suelen caer de tres en tres”, ha explicado el consejero de Sanidad de la UE, “aunque a veces el viento trae familias enteras”. Sólo en la tarde de ayer unos tres mil fueron recogidos en los Campos Elíseos de Paris mientras 12.500 cadáveres se retiraban de la Plaza de España de Roma. Según las previsiones meteorológicas, la nube más densa de muertos cruzará el mediterráneo mañana hacia las cinco de la tarde. “Será un espectáculo muy vistoso que quizás no vuelva a repetirse en muchos años”, han explicado fuentes del Instituto Nacional de Meteorología.
Algunos de los afectados por esta nueva plaga empiezan a manifestar su contrariedad. “Es verdad que al caer hacen un ruido molesto”, ha declarado un testigo en Berlín, “pero eso sería soportable si no fuese porque además hablan. Se les puede oír toda la noche -un murmullo de mar enfurecido- contando historias terribles de bombardeos, riquezas robadas y monstruos blancos. No es bueno que nuestros hijos escuchen estas cosas”.
Los gobiernos de la UE, reunidos en Estrasburgo, han pedido paciencia a los ciudadanos: “Se trata de un fenómeno pasajero. Lo verdaderamente grave sería que el viento los trajera vivos”.

NOTICIA 12
Un gran avance científico: el acelerador evolutivo
Tanto por su aspecto como por su funcionamiento hace pensar en un gran horno micro-ondas, aunque se trata de un hallazgo de una importancia mucho mayor. Gracias a este aparato inventado por científicos del Instituto Científico de Michigan la humanidad ha penetrado ya algunos de los secretos mejor custodiados por la Naturaleza y está a punto de descifrar el arcano más íntimo de nuestro papel en el universo. “Los principios son muy complejos”, ha explicado Frank Strawling, jefe del equipo investigador y candidato al Nobel, “pero su aplicación es sencillísima. Basta meter una anémona, girar el conversor filogenético y en tres minutos se convertirá en un molusco. Dos horas después será un pez de la familia de los clupeidos, y un día más tarde un reptil. Uno puede escoger dónde detener la evolución, pero si mantenemos encendido el acelerador 72 horas, la anémona se habrá transformado en un primate y luego en un homo sapiens”.
El “acelerador evolutivo”, nombre con el que se conoce la invención, ha resuelto los enigmas de la evolución, cuyo lento proceso de millones de años puede reducirse ahora a unos pocos días. Una reunión de expertos delibera en la ONU sobre la conveniencia de promocionar a todas las especies a la condición humana. “Sería injusto mantener a los animales en una escala moral inferior”, ha afirmado el conocido filosofo Condilo Abriganti. Muy distinta es la postura de los animalistas, que proponen hacer retroceder la humanidad a la inocencia natural de los bosques primigenios. Por su parte, multinacionales y gobiernos consideran la posibilidad de degradar selectivamente a las poblaciones superfluas a un estado manejable, comestible o exterminable: “en medio de la crisis alimentaria, nadie puede negar las ventajas de convertir a los vascos y los palestinos en mejillones”, ha declarado el ex-presidente Aznar.

NOTICIA 13
Historia de un escudo humano
No lo hacen por dinero ni por ambición social. Su desprecio por la propia vida resulta escandaloso para los que hemos aprendido a defender civilizadamente nuestros intereses; su fanatismo ciego produce repugnancia a una sociedad madura que hace siglos dejó atrás toda forma de barbarie. La noticia nos llega de Filardia, uno de los países más atrasados de Africa, donde se ha descubierto una tribu en la que la mitad de la población dedica toda su vida a hacer de “escudo humano” de la otra mitad.
Son miles de personas, pero la historia de Bosuana Gname resume la de todas las demás. Después de algunos pequeños ensayos cotidianos durante su infancia, se convirtió por primera vez en “escudo humano” profesional a los 17 años, cuando protegió dentro de su cuerpo, durante nueve meses, una vida expuesta a todas las amenazas. Seis veces más escondió en su propio vientre -mientras fuera los hombres rastreaban la zona- pequeñas criaturas perseguidas, vulnerables, indefensas. Bosuana fue luego “escudo humano” todos los días: interpuso su cuerpo entre el frío y los niños, entre el hambre y los niños, entre el miedo y los niños; y también, en numerosas ocasiones, entre los niños y el padre, que quería azotarlos con una vara. Cuando el dictador filardiano asaltó la aldea de Bosuana Gname en 2004, ella y otras sesenta mujeres hicieron de nuevo de “escudos humanos”, protegiendo con sus cuerpos la choza donde se habían refugiado los jóvenes. Desde hace diez años hace de “escudo humano” en la escuela de la localidad; y es “escudo humano” de algunos refugiados que han llegado, heridos o enfermos, desde otros pueblos; y es “escudo humano” de tres antiguos “escudos humanos” que ya no pueden cuidarse a sí mismos. Todo ello sin recibir ni esperar nada a cambio.
La opinión publica internacional, escandalizada ante este caso insólito, reclama una intervención de la OTAN.

NOTICIA 14
Nueva política de vivienda: habitaciones dispersas.
Todos conocemos ya las ventajas de trabajar a sesenta kilómetros de nuestro domicilio, con sus saludables efectos sobre los sectores automovilístico y de la construcción. La pregunta es: ¿por qué resignarse a tener el cuarto de baño al lado del dormitorio? ¿Por qué aceptar mansamente que entre nuestra cocina y nuestro salón sólo haya cinco metros de distancia? El nuevo plan VHD (Viviendas de Habitaciones Dispersas) soluciona de una vez por todas el problema. Tras el acuerdo alcanzado por el gobierno con distintas empresas del sector, se espera que antes de seis meses dos mil familias españolas puedan alojarse en estos coquetos apartamentos de 45m2 cuyas cinco habitaciones se encontrarán en distintos puntos de España: uno de los dormitorios estará en Madrid, el otro en Valladolid, la cocina en Toledo, el baño en Segovia y el salón en Salamanca. El gobierno confía en poder aumentar la distancia entre las habitaciones en futuros complejos residenciales, no descartando ofrecer viviendas en Barcelona o Bilbao con cuartos de baño en el extranjero. ¿Se imaginan la posibilidad de dormir en Guadalajara y desayunar en Toulouse? ¿De despertarse de noche con hambre y tener que desplazarse hasta Milán para abrir el frigorífico?
Quizás la salida de la crisis está más cerca de lo que pensamos. Habrá que construir miles de kilómetros de pasillos, por los que discurrirán velozmente los medios de transporte más modernos y donde las marcas más conocidas abrirán sus boutiques, de manera que podremos comprar un nuevo bolso o un nuevo ipod a mitad de camino entre el salón y la ducha. “Eso es el progreso”, ha explicado el ministro de la Vivienda durante la presentación del VHD, “cada vez habrá menos diferencias entre viajar y quedarse en casa”.
“Una ley” -ha añadido- “prohibirá permanecer más de una hora en la misma habitación”.

NOTICIA 15
La ley de la gravedad: ¿una leyenda urbana?
Unos aseguran haberlo visto con sus propios ojos; para otros es sólo una leyenda urbana difundida interesadamente para distraernos de la crisis. Según un rumor extendido por las redes sociales, en Benirumi, una localidad del Mediterráneo, las cosas estarían cayendo por su propio peso. Testigos presenciales afirman haber visto un vaso romperse contra el suelo y una piedra, lanzada por un niño, precipitarse en el lecho de un río. También se habría visto caer en tierra una moneda.
Se asegura, aún más, que en Benirumi la pradera se moja cada vez que llueve y la ropa tendida se balancea cada vez que sopla el viento y el sol brilla en el mar cada vez que el cielo se despeja y las salivas se mezclan en las bocas cada vez que los enamorados se besan. E incluso se habría visto un pájaro con alas y un rosal con rosas y a un bebé sin dientes.
Se asegura -por más increíble que parezca- que en Benirumi las montañas son más altas que las casas; y un extranjero sostiene haber visto salir la luna algunas noches.
Se asegura también que si a los benirumíes se les pincha, sangran; si se les golpea, les duele; si se les insulta, se ofenden; si se les acaricia, se ríen; si cogen frío, estornudan; y si no están muertos, respiran.
Se asegura incluso que cuando a los benirumíes se les humilla, se les roba, se los silencia, se los explota, se los reprime, se les engaña y se los trata como a niños, los benirumíes se indignan, se rebelan, se organizan, luchan y cambian de gobierno.
¿Será verdad? ¿Un mito de internet? Los expertos consultados desestiman que tal cosa haya podido ocurrir y excluyen por supuesto que pueda ocurrir en nuestro país. Recuerdan, en todo caso, la existencia de un plan antigravitatorio de emergencia.
Entre tanto, miles de indignados acuden a Benirumi con la esperanza de ver cumplidas las leyes de la naturaleza.

NOTICIA 16
Le acusan de robo por decir “buenos días”
El conocido empresario y benefactor, Tristan Omega, admirado por sus fabulosas colecciones de objetos raros, ha denunciado a un joven marinero de Cantabria, quien el pasado 2 de agosto habría gritado “buenos días” ante al menos quince testigos. “En el mundo sólo hay cincuenta ejemplares de esa antigua expresión”, ha declarado el magnate, “y están todos en mis cajas fuertes”. Interrogado por la policía, el joven Bruno Santos ha confesado su delito: “Sí, es verdad, la robé para poder saludar a mi novia tras nuestra primera noche de amor; fue una bravuconada, lo admito, y todo el mundo me escuchó”. Santos ha sido condenado a cinco años de cárcel; además de devolver la expresión “buenos días” a su legítimo dueño, tendrá que indemnizar a Omega con tres de las 273 palabras que aún posee en propiedad, las menos comunes de su pobre repertorio: “cuerda”, “nube” y “carajo”, de la que sólo hay otros 11.300 ejemplares en todo el mundo.
Como es sabido, el Ajuste Geológico Global emprendió en 2003 una reforma lingüística a fin de convertir el léxico en un tesoro de recursos limitados e irreproducibles, de manera que las palabras, como todo lo demás, se incorporasen al libre intercambio de propiedades individuales. Muy pronto la mayor parte de las palabras, sobre todo las más escasas, se concentraron legítimamente en manos de la gente más rica e inteligente. El caso de Tristan Omega es notorio: en su extraordinaria colección se encuentran, entre otros, los únicos ejemplares de las palabras “libertad” y “justicia”, custodiadas día y noche por una guardia especial tras varias tentativas de robo. En cuanto a los dos últimos ejemplares de la palabra “democracia”, están depositados en las sedes de los dos partidos que desde hace treinta años se alternan en el gobierno.
Para escribir esta noticia he tenido que robar 23 palabras. Adivine cuáles son.

NOTICIA 17
Ofertas de empleo
1. Se busca domador de sillas diplomado, con experiencia en perseguir, inmovilizar y marcar sillones y butacas. Sin ataduras familiares y dotados de espíritu aventurero, nuestros empleados deberán estar dispuestos a vivir intensas experiencias formativas lejos de casa; pasarán semanas perdidos en las grandes superficies comerciales, al acecho de los rebaños salvajes de sofás que recorren, sobre todo de noche, sus pasillos. Emociones aseguradas. Salario inseguro. Horario flexible, regulado por los ritmos naturales de ramoneo y apareamiento de sillas y taburetes. Se exige lazo propio.
2. Se busca joven desangelizador de buena presencia. Cada vez más a menudo nuestras casas se ven invadidas por centenares de ángeles que se sientan en nuestros sillones, nos limpian los zapatos, nos cosen los botones y, suicidándose en nuestras cazuelas, dan sabores exóticos a nuestros guisos. Se encienden en los lugares y momentos más inesperados y, si no se consigue apagarlos enseguida, pueden convertirse en una fuente de desestabilización de matrimonios y gobiernos. No se exige experiencia, pero sí presencia de ánimo, audacia y sangre fría. Abstenerse sentimentales. El pago se realizará en especie: el desangelizador retendrá, para su uso discrecional, el 10% de los ángeles capturados.
3. Se busca catalogador de mutaciones genéticas con conocimientos actualizados que sepa distinguir sin error entre engendros humanos, animales y vegetales. Mínima exposición a radiaciones. Los candidatos deben ser preferiblemente humanos, pero se admiten también vegetales mestizos con estudios o animales de tres cabezas.
4. Se busca joven emprendedora con seis carreras, doctorada en paleontología y aeronáutica por la Sorbona, con diplomas de inglés, francés, italiano, árabe y ruso y conocimientos de informática, agrobiología, latín y física cuántica. Para apaleamiento público.

NOTICIA 18
Los meses del año, a subasta
En medio de una gran expectación popular y con gran presencia de medios internacionales, se celebró ayer en los salones londinenses de Sotheby's la subasta más esperada de la temporada. Durante tres horas, centenares de corporaciones de todo el mundo pujaron por adjudicarse los doce meses del año, sacados a subasta tras permanecer 20 siglos -plazo estipulado por la OMC- sin que nadie reclamase su propiedad. Mayo y diciembre fueron los meses más disputados; con un precio de salida de 25 millones de euros, alcanzaron un valor final de 833 y 875 millones de euros respectivamente; febrero, el más barato, fue finalmente adjudicado por 522 millones de euros.
A partir de mañana, por tanto, enero se llamará Repsol, febrero Novartis, marzo Microsoft, abril Nestlé, mayo Monsanto, junio Shell, julio Westinghouse, agosto Murdoch, septiembre Boeing, octubre Roche, noviembre IBM y diciembre Coca-Cola.
Novartis ha prometido mejorar el mes de febrero, siempre triste y febril, para lo que aumentará siete grados la temperatura y llenará las calles de mariposas de plástico; Microsoft reprimirá los desagradables vientos de marzo y sustituirá las nubes por grandes imágenes interactivas de caballos al galope, playas tropicales y mujeres desnudas; Monsanto hará llover dos veces más en los campos que utilicen sus semillas, organizará carreras de liebres en el fondo del mar y poblará los montes de sardinas trotadoras. Roche sujetará con alfileres de colores todas las hojas de los árboles. Por lo demás, todos los meses del año tendrán su propia Navidad.
La subasta de los meses del año se produce dos semanas después de que Sotheby's subastara los siete días de la semana, cuyos nombres y orden son ahora los siguientes: Sony, Philips, Toyota, Bayern, Zara, Danone y Telefónica.
El próximo philips 23 de murdoch Sotheby's subastará el sol, el otoño y el planeta Júpiter.
NOTICIA 19
Tiempo: previsiones para mañana
De acuerdo con las previsiones del Instituto Nacional, el tiempo mañana se mostrará una vez más inestable e irregular, con grandes diferencias según las regiones.
En Barcelona las horas serán de nuevo de sesenta minutos mientras que en Albacete durarán 63 y en Andalucía, actualmente en fiestas, no llegarán a 53.
En Guantánamo y en Abu Ghraib los minutos se extenderán durante días y días y una jornada completa tendrá 123 horas. Más o menos la misma duración tendrá la espera de Silvia Graziani en Brescia, desesperada por el retraso de diez minutos de Carlo Gualdini, músico callejero, en su primera cita. El aburrimiento de Blas Martínez, madrileño de diez años, en la larga, densa, pegajosa tarde de verano, mientras enumera las sillas de su casa y trata de remover la sombra petrificada en el salón, durará toda una era geológica. Un millón de años durarán las dos horas de estudio de Marta Lis, suspendida en junio; y el dolor de Kostas Manolis, enfermo de cáncer en Chania, mientras se demora el efecto de la morfina; y la obsesión celosa de Alfred Down, retenido en Londres sin vacaciones, que imagina a su novia Cindy en brazos de otro hombre.
Los 7 minutos y 56 segundos del 2º movimiento del Trío número 2 de Schubert durarán mañana, como siempre, una eternidad corta. Una eternidad rápida durarán los 43 minutos de centaura cabalgada de Gladys y Piero, desnudos y jadeantes en una cama de Almería; y las 3 horas y 50 minutos de concentración de James, matemático de Kansas, que encontrará de pronto la solución; y la noche del poeta Filipo Pires, disuelto en la corriente de los versos. Una eternidad lenta será una vez más la vida de Margarita Ginestra, viuda de 85 años, sola ante la televisión encendida, sumergida en una sordera total.
Frente al palacio del dictador, todos juntos, los habitantes de Filardia abolirán durante un rato el tiempo.

NOTICIA 20
“Me voy acostumbrando al dolor ajeno”
Así lo ha declarado el sargento de infantería de los EEUU, Charles Parker, quien hace un año protagonizó uno de los juicios más polémicos de la ultima década. Como todos recordarán, Parker se querelló en mayo de 2010 contra Hassan Fathi y Sofian Basri, presos iraquíes a los que acusó de “difusión irregular de sufrimiento”. Durante el proceso, el testimonio del sargento insistió en la sorpresa que había sentido, transformada enseguida en rencor, cuando descubrió que experimentaba en su propia carne los golpes que propinaba a sus prisioneros: “Era como si me golpease a mí mismo”, declaró; “si les daba una patada en las costillas, me dolían las costillas; si les hundía la cabeza en el agua, me faltaba el aire; si les quemaba los muslos, sentía arder mis propios muslos”. Tanto sufría Parker al torturar a Hassan y Sofian que no podía dejar de descargar una y otra vez su puño contra la fuente de su sufrimiento: “Yo les golpeaba, me doblaba de dolor y, en legítima defensa, les devolvía furioso el golpe; entonces sentía más dolor y más ganas de defenderme y golpearlos de nuevo”.
“¿Por qué me duele a mí si los golpes los reciben ellos?”, clamó el sargento Parker ante el tribunal en un alegato que conmovió a todo el país. El fallo del juez militar produjo una cierta decepción en la opinión pública. Desestimó los cargos contra Hassan Fathi y Sofian Basri, que se habrían limitado a sufrir sin mala intención, y consideró el dolor de Parker una simple “anomalía inicial”: “con el tiempo”, dijo, “se irá usted acostumbrando al dolor ajeno”. Un año después todo parece anunciar un feliz desenlace de esta historia. Parker, en efecto, se fotografió ayer al lado de Hassan y Sofian, hinchados y amoratados por los golpes, y escribió en su twitter: “el juez tenía razón. Me voy acostumbrando al dolor ajeno. Eso es bueno: ahora les golpeo sin rabia ni rencor”.

NOTICIA 21
Los mercados violan a una estudiante de quince años y le roban cinco euros
Traviesos, imprevisibles, muy sensibles a todos los estímulos, a veces atemorizados como niños en la oscuridad, otras alegres y desenfadados como adolescentes en botellón, a menudo ceñudos y pensativos pero en general rápidos, efervescentes, intuitivos, a un tiempo calculadores y alocados, carismáticos, juveniles, arrogantes, quizás también algo gamberros, siempre caprichosos e irresistibles como dioses, los mercados hicieron ayer otra de las suyas, según nos relata nuestro corresponsal en Atenas.
Irene Pantoulas, estudiante de quince años en una escuela del popular barrio de Echarjia, en la capital de Grecia, volvía a su casa a las 16 horas cuando los mercados le salieron al paso, la condujeron a la fuerza a un callejón, la desnudaron, la violaron y le robaron los cinco euros que llevaba en la cartera. A continuación los mercados, dejándose arrastrar por el entusiasmo, rompieron todos los cristales del hospital público de Omonia y derribaron el puesto de un vendedor ambulante en la plaza del mismo nombre. Finalmente y antes de abandonar el barrio, lanzados ya en su tendencia alcista, los mercados atropellaron a un inválido en un paso de cebra de la calle 28 de Octubre y desaparecieron a toda velocidad en dirección al Pireo.
Según la agencia Reuters, ayer los mercados se comportaron de la misma manera en casi todas las ciudades europeas. En Londres los mercados expresaron su fortaleza quemando a tres ancianas que acudían al banco a cobrar su pensión; en Madrid los mercados se subieron alegremente a un balcón y dispararon sobre una embarazada; en Roma, más conservadores, los mercados cerraron el día robando con tiento una farmacia y apaleando sin mucha convicción a un inmigrante.
Hoy todas las bolsas del mundo han reaccionado a estas noticias con una esperanzadora subida de diez puntos.

NOTICIA 22
Informe policial sobre un crepúsculo armado
Como venimos haciendo desde hace años, esperamos su llegada semiocultos tras unas rocas, con todo el campo visual despejado ante nuestros ojos. Sus costumbres son bastante regulares, aunque todas los días introduce pequeñas variaciones que hay que registrar con cuidado. Ahora en verano llega más tarde y, por decirlo así, con un espíritu más decidido, lo que se manifiesta desde el principio en una repentina rabieta de colores en los bordes de las nubes, por encima del azul terso y vacío, casi blanco, ligeramente tembloroso.
A las 21.03 desata una especie de espuma naranja, penetrada por trazos muy finos, parecidos a arañazos, del tono carmesí de la lava espesa. Luego, a las 21.07, irrumpe el violeta con suave metal, tiñendo el agua al pie de la montaña, a la que da una densidad pegajosa de tinta china. A las 21.12, toca por fin los dientes del cerro y se produce primero una vibración amarilla de yema de huevo, a continuación un estallido de rojo metalúrgico -chispas de fragua y rescoldos de hierro- y finalmente el gran incendio, una pavorosa llamarada contra la que nada podemos y que nos obliga a protegernos los ojos con la mano. Una vez más nos sentimos desarmados frente a este despliegue de violencia que no podemos contrarrestar con los escasos medios que nos proporciona el Ministerio.
Pero el momento más peligroso llega a las 21.26, cuando todo este despliegue de luces es absorbido de pronto -de pronto- en un botón negro. Aúlla un perro y miles de pájaros chirrían angustiados. Se ha hecho de noche.
Los responsables de este informe estamos acostumbrados a situaciones de riesgo, pero no recordamos haber vivido nada semejante. Reiteramos nuestra petición al Ministerio de nuevos y más eficaces medios contra los crepúsculos. Nadie podrá garantizar la seguridad de la patria mientras el sol se siga poniendo todos los días.

NOTICIA 23
Instrucciones para distinguir a los vivos de los muertos
Cada vez es más frecuente que se instalen a vivir entre nosotros. Amparándose en una semejanza superficial, se rebelan contra su estado y cruzan discretamente la línea. Algunos lo hacen por amor. Se conoce el caso de muchas parejas mixtas en las que el marido o la mujer se han negado a aceptar su condición para evitar la separación. Cosas así han ocurrido siempre y hasta nos parecían conmovedoras y hermosas. Pero hasta ahora eran tan pocos que no era necesario establecer medidas de control. Desde hace algunos años, sin embargo, los motivos son más bien de orden económico y social, y tienen que ver con el temor, por ejemplo, a perder un trabajo o una pensión; o pueden ser incluso estéticos, como en el caso de una mujer de Avila que en febrero del año pasado no pudo soportar la idea de no volver a ver el río espumoso y la retama amarilla desde la ventana de su casa. Lo cierto es que cientos -quizás miles- se hacen pasar por uno de nosotros, de manera que ya no sabemos si nuestros hermanos, nuestros novios, nuestros profesores, nuestros políticos, están vivos o muertos.
Por eso el gobierno ha difundido algunas sencillas instrucciones que permiten distinguirlos sin posible equivocación.
1. Si se quedan absortos mirando las llamas de los incendios es que están vivos. A los muertos no les interesa el fuego.
2. Si se despiertan con la boca llena de arena es que están vivos. Los muertos duermen siempre con la boca cerrada.
3. Si no pueden recordar lo que ocurrió hace diez días es que están vivos. Los muertos nunca olvidan nada.
Colabore. Si entre sus allegados o compañeros de trabajo descubre a una persona viva, avise inmediatamente al Departamento de Población. Si nota algún síntoma de resurrección -el deseo de encender una cerilla o el de olvidar la historia de España- acuda al servicio de urgencias más cercano.

NOTICIA 24
Cameron culpa a las suegras de los disturbios
Tras las valientes declaraciones en las que responsabilizaba a los padres de las revueltas juveniles que sacuden desde hace días las principales ciudades de Inglaterra, David Cameron ha seguido identificando, con implacable precisión, a los autores intelectuales de los actos de vandalismo.
Junto a los padres, son culpables también los abuelos, que no educaron bien a los padres y que han hecho dejación de su severa autoridad patriarcal de otros tiempos. También son culpables los primogénitos, que deberían evitar con su ejemplo que los hermanos pequeños se descarriasen; y los primos hermanos, cuya benéfica influencia siempre evitó que los primogénitos bombardeasen las casas de los vecinos. Tampoco están exentos de responsabilidad los tíos paternos, que en otras sociedades ejercen sabiamente su magisterio en ausencia de los padres; ni los tíos maternos, que en las llamadas “sociedades matrilineales” supieron meter en cintura hasta hace pocos años a los torturadores y a los banqueros. Alguna culpa tienen asimismo los cuñados, antes honestos y serios, y los yernos, que en épocas mejores sabían indicar a los jóvenes el camino de la iglesia, y por supuesto las nueras, dulces faros que antaño orientaban con su luz a los violadores de camareras. Algo habrá que reprochar sin duda a los suegros, cuyos solemnes consejos evitaron tantas veces que los gamberros fabricasen bombas atómicas o expulsasen de sus tierras a los campesinos. Pero la máxima responsabilidad es, obviamente, de las suegras.
“Detrás de todo saqueador”, ha afirmado Cameron, “hay siempre una suegra ofendida”.
Tras anunciar una reforma del código penal, el primer ministro ha añadido: “desgraciadamente, la influencia de las suegras ha contrarrestado todo el esfuerzo educativo de la publicidad comercial, las marcas, los concursos televisivos y los recortes sociales”.

NOTICIA 25
Notas al pie de un poema antiguo
“Verde que te quiero verde. Verde viento. Verdes ramas. El barco sobre la mar y el caballo en la montaña”.
Verde: Color. Difícil de describir o imaginar a partir del gris. Estuvo muy extendido hasta el siglo XX, momento en el que, según las crónicas, comienza a ser sustituido por el amarillo. En el año 2034 fue patentado por la Chromos Co., una multinacional que explotó sus últimos vestigios. Aunque no hay certeza al respecto, un lugar común pretende que es “verde” una de las pocas imágenes que se conservan de ese período: “Mujer en azul”, una pintura atribuida a un tal Pablo Picasso. “Verde” era el impulso de salir, con las propias fuerzas, de dentro afuera.
Viento: Fuerza invisible que, según los textos, agitaba el trigo (sic) y las banderas (sic).
Ramas: Complicadas extremidades aéreas de una criatura inmóvil, el árbol, que se agarraba al suelo para que no se lo llevara el viento. Se menciona un último ejemplar en el año 2085.
Barco: Vehículo flotante que los héroes antiguos usaban para surcar el mar.
Mar: Gran masa de agua viva que ocupo las dos terceras partes del planeta tierra durante el Antropoceno. Se secó completamente a principios del siglo XXII.
Caballo: Animal cuadrúpedo de cabeza irrumpiente capaz de rivalizar con el viento. Sigue la polémica sobre si realmente existió o es sólo un fruto de la imaginación mitológica, como el centauro y la ballena.
Montañas: Prominencias geológicas que ondulaban la tierra. Los mitos hablan del Himalaya y Los Andes. Las últimas fueron aplanadas por la Golden Oil en 2063.
Querer: Incomprensible. Algunos lo interpretan como una extraña forma de “interés”: el interés en la existencia, no de uno mismo, no, sino del verde, el viento, las ramas, el mar, el caballo y las montañas.
Todo el poema, como se verá, resulta difícil de entender y apreciar para un lector de hoy.

NOTICIA 26
¿Cuántos demonios caben en un cuerpo?
En el siglo V San Jerónimo censó el número de demonios en 2.894.564, aunque dos siglos más tarde San Polirgasio aumentó la cifra hasta 5.897.456. La otra cuestión, la de cuántos demonios caben en un cuerpo, parecía resuelta desde el famoso exorcismo de Condita en la Navidad de 1615, cuando Fray Oligastrio sacó 3879 demonios del pecho de una niña de 11 años.
Ahora la visita del Papa ha servido para corregir algunos datos. Como recordarán, el acto central de su estancia en Madrid fue el exorcismo celebrado en el Palacio de Deportes de Madrid el 18 de agosto. El Sumo Pontífice debía extraer los demonios del cuerpo de 35 indignados del 15-M, personalmente seleccionados y capturados por el ex-ministro Pérez Rubalcaba, al que acompañaban Mariano Rajoy y Esperanza Aguirre. El solemne torrente de amenazas en latín, junto a la presencia de la policía, surtió un efecto inmediato: 35 demonios, con sus perros y sus flautas, salieron zapateando del interior de los jóvenes indignados. Lo sorprendente es que, al mismo tiempo, miles de demonios comenzaron a brotar en cascada de los cuerpos de los políticos y sacerdotes allí presentes: del propio cuerpo del Santo Padre saltaron, como entre brasas ardientes, 73826 demonios que desaparecieron con un suspiro de alivio en el aire de la ciudad.
Desde hace cinco días, hordas de parlamentarios saquean e incendian Madrid; mientras bandas de obispos y cardenales recorren sus calles dinamitando escuelas y orfanatos.
“Es un desastre”, ha declarado un teólogo latinoamericano, “eran los demonios los que les impedían llegar tan lejos. Y hacían falta muchos para contenerlos”.
Ayer, los 35 demonios volvieron mansamente a okupar los cuerpos de los indignados; los otros 873.897 se niegan a regresar a sus alojamientos humanos: “Estábamos muy incómodos y además nos obligaban a pagar 600 euros de alquiler”.

NOTICIA 27
La mayoría de los españoles se identifica con Margaret Samuelson
Según una encuesta del CNE, el 93% de los españoles asegura haber llorado al conocer la tragedia de Margaret Samuelson, la joven estadounidense que luchó durante cinco años para recuperar a sus dos hijos, de 7 y 3 años, secuestrados en Filardia por un cártel mafioso.
El 93% de los españoles se conmovió al escuchar o leer los detalles de los penosos viajes de Margaret Samuelson por parajes inhóspitos, expuesta a toda clase de obstáculos, peligros y privaciones.
El 93% de los españoles se apiadó de Margaret Sanuelson, obligada a realizar los más degradantes trabajos, en talleres inmundos y letrinas hediondas, para poder reunir el dinero del rescate.
El 93% de los españoles sintió rabia sincera al enterarse de que Margaret Samuelson se había visto forzada a prostituirse más de una vez para obtener dinero, cobijo o información.
El 93% de los españoles experimentó como propio el dolor de Margaret Samuelson, golpeada brutalmente en dos ocasiones por sus contratadores o sus matones.
El 93% de los españoles sintió un estremecimiento de compasión al imaginar a Margaret Samuelson imaginando cada minuto del día el miedo de sus hijos en manos de desconocidos. “Lloraba todas las noches”, declaró Margaret Samuelson, y el 93% de los españoles llora ahora con ella.
El 93% de los españoles acompaña a Margaret Samuelson en su ira justiciera contra los secuestradores y sus cómplices y siente como ella el horror de un mundo en el que las mujeres pueden verse separadas de sus hijos, prostituidas, explotadas, golpeadas, amenazadas, humilladas. “Sólo reclamo justicia”, ha declarado Margaret Samuelson y el 93% de los españoles la reclama a su lado.
Según la encuesta del CNE, los porcentajes descienden a un 12% cuando no es Margaret Samuelson sino Salwa Hassan, marroqui, o Laura Isabel Castillo, paraguaya, las que lloran.

NOTICIA 28
Los Pirineos pierden aire
Llega desde España una inquietante noticia que ha alertado a todas las agencias de evaluación y que obligará probablemente al presidente del gobierno a adelantar el final de sus vacaciones: los Pirineos, la conocida cadena montañosa que separa Francia de la península ibérica, se está desinflando. “No sólo las montañas están perdiendo claramente altura”, ha declarado un ganadero navarro, “sino que las piedras y las praderas se están reblandeciendo”. El temor de que puedan reblandecerse también las vacas y las ovejas se ha generalizado entre los empresarios del sector.
Al parecer, el fenómeno no se limita al sur de Europa. Algunos testimonios sin confirmar insisten en que lo mismo estaría pasando en EEUU, en el Estado de California, cuyas milenarias sequoyas estarían perdiendo consistencia, así como en el Desierto Blanco de Egipto, que habría empezado a arrugarse a primeras horas del pasado viernes. Según testigos presenciales, en Singapur y Tokio estarían perdiendo aire las farolas y los muebles de oficina; en Sidney, los animales domésticos.
Consultado Jonathan Bubaker, coordinador general del Ajuste Geológico Global, ha tranquilizado a la opinión pública internacional: “Cuando decidimos duplicar el mundo hace once años, sabíamos que podían producirse algunos pequeños desarreglos menores, pero descartamos de manera tajante la posibilidad de recurrir de nuevo al original. La gente no podría soportarlo y nosotros perderíamos credibilidad”. El coordinador del AGG ha excluido que pueda producirse un “deshinchamiento global”: “Nuestros coches, nuestras casas y nuestras mujeres no se están desinflando”.
Bubaker, en todo caso, ha aprovechado para recordar que el año que viene habrá que colorear de nuevo los pinos, el mar y las cerezas. “Necesitamos voluntarios. Si queremos mantener esta ficción, todos tendremos que echar una mano”, ha concluido.

NOTICIA 29
Un electricista de Almería cuenta todas las piedras del mundo
Entrevistamos hoy a Manuel Expósito, un electricista en paro de Almería que ha contado en once ocasiones todas las piedras del mundo.
“¿Por qué lo hago? Sabemos cuántas personas viven en nuestro planeta y hasta cuántas han muerto en los últimos 8.000 años. Sabemos cuánto dinero circula todos los días en los mercados financieros. Sabemos cuántas bolsas de plástico se tiran a la basura todos los meses. E incluso hemos contado las partes del genoma humano. Alguien tenía que contar las piedras, el mayor tesoro que posee la humanidad. Una noche, al volver de un paseo por el cerro, la angustia se apoderó de mí: ¿y si no estaban todas? ¿Y si faltaba alguna? Había que comprobarlo”.
“Tengo entendido que no siempre le han salido las cuentas”.
“En dos ocasiones, en efecto, conté todas las piedras del mundo y faltaba una. Me volví loco buscándola. La primera vez la encontré tres meses después tirada en una rambla del Cabo de Gata. La segunda me costó mucho más trabajo; estaba, por más increíble que parezca, en el zapato de un ministro”.
“Así que es usted una especie de custodio o -mejor aún- de pastor de piedras; sin usted las estaríamos perdiendo constantemente o viviríamos, al menos, en la angustia de perderlas”.
“Los ricos vigilan su dinero; los pobres debemos vigilar nuestros guijarros. ¿Ha visto usted alguna vez retirarse el agua de una playa pedregosa? No hay joyas más hermosas”.
“Nos han dicho que tiene usted una mala noticia que comunicarnos”.
“Así es. He vuelto a contar todas las piedras del mundo. Acabé ayer y no hay ninguna duda: faltan cinco. Nunca habían faltado tantas. Le voy a decir la verdad: me temo que esta vez no se trata de un extravío”.
“¿Entonces? ¿Qué insinúa?”.
“¿No se ha dado cuenta? Alguien está vaciando nuestro mundo poco a poco mientras nosotros miramos hacia otro lado”.

NOTICIA 30
Nuevo catálogo de Derechos Humanos
En la primera sesión oficial tras su reconstitución, la ONU aprobó ayer el nuevo catálogo de Derechos Humanos que inspirará las legislaciones nacionales y las relaciones internacionales. “Se trata de un texto brillante muy ajustado a la nueva realidad global”, ha declarado Rum Ti, el flamante secretario general.
Entre los artículos incorporados a la declaración, Rum Ti recuerda la importancia de los numero 17, 21 y 23, destinados a garantizar la salvaguarda de la identidad cultural de los humanos. El 17 reconoce el derecho inalienable de los seres humanos a “mantener la característica postura erecta, así como a usar las manos con entera libertad tres veces al mes”. El artículo 21, el más polémico de todos, acuerda a los humanos el derecho a “reservarse para su uso personal uno de cada tres hijos, del que ni autoridades ni ciudadanos podrán apoderarse salvo en caso de emergencia nacional”. Algunos delegados propusieron que el número se redujera a un hijo de cada cuatro y otros que el artículo sólo se aplicase a las hembras, pero la asamblea asumió finalmente esta solución de consenso que refleja también el espíritu del nuevo orden internacional.
Por último, el artículo 23 asegura a los seres humanos el derecho a “elegir para ellos mismos y para sus hijos, entre la variedad que ofrezca a la sazón el mercado, los instrumentos de su muerte; así como, en el marco de sus tradiciones locales, los vestidos con los que acudirán al sacrificio y las canciones con las que se despedirán de su especie”.
Todos estos artículos se desprenden del principio fundamental consagrado en el dintel de la Nueva Declaración: “todos los seres humanos nacen y permanecen iguales a los ojos de las Ratas, que no harán ninguna distinción entre ellos”.
“Los trataremos a todos de la misma manera”, declaró solemnemente Rum Ti en la clausura de la Asamblea.

NOTICIA 31
Detenido con un alijo de piedras
Hace dos días entrevistamos en estas mismas páginas a Manuel Expósito, un electricista almeriense que, tras contar todas las piedras del mundo, reveló que faltaban cinco y advirtió de la posibilidad de que alguien estuviese robándolas. Ahora la detención en el aeropuerto de La Habana del estadounidense David Brunch confirma su hipótesis. Dentro de su maletín se han encontrado las cinco piedras -dos lisas y grises, una jaspeada y dos guijarros de río- cuya desaparición había denunciado Expósito.
David Brunch, un hombre de negocios de 52 años al que la policía cubana vincula con el terrorista Posada Carriles y que habría participado en la última reunión del Club Bilderberg, forma parte de una peligrosísima banda internacional con tentáculos en todas las ciudades del mundo. Compuesta por unos dos millones de personas infiltradas en los sectores neurálgicos de la economía mundial, la banda llevaría años sustrayendo discretamente objetos del mundo, sin que hasta ahora nadie hubiese reparado en su ausencia. Así lo ha confesado el propio David Brunch, desafiante, en su primera declaración: “Nos habíamos llevado ya el mar Indico, la mitad de los Andes y casi todos los Urales, 300 glaciares, 250 ríos y 3.000 arroyos, 280 millones de árboles, 2.600 especies animales y 25.000 especies vegetales. En pocos años más habríamos vaciado el mundo y nadie se habría dado cuenta. Pero quizás nos precipitamos con las piedras”.
Tras amenazar a Manuel Expósito, al que hace responsable del fracaso de la operación, advirtió contra toda tentativa de recuperar el botín robado: “hemos tratado de usar sólo la discreción y el talento, pero podemos armar ejércitos y apoderarnos por la fuerza de todo lo que queda”.
Preguntado Manuel Expósito, se ha limitado a responder modestamente: “Si alguien hubiera contado los mares... Tendremos que tener los ojos más abiertos”.

NOTICIA 32
Ilegalizado el riñón derecho
El Boletín Oficial del Estado publica hoy la orden 1754/11 en virtud de la cual, a partir del 1 de septiembre, quedan ilegalizados los siguientes órganos del cuerpo:
- Todos los riñones derechos salvo los de la marca ACME, los cuales deberán ir acompañados de sus correspondientes certificados de autenticidad y liquidación de derechos comerciales.
- Todos los hígados no fabricados por la casa TROLA, en las mismas condiciones que en el punto anterior.
- Todos los páncreas, bazos y vejigas que no estén avalados por el certificado de calidad expedido por la agencia Orgality, la compañía privada contratada por el gobierno para impedir el tráfico clandestino de órganos.
- Todas los pulmones que el día 31 de agosto mantengan impago el canon biológico establecido en el decreto 76/07 en favor de las compañías propietarias del sistema respiratorio.
- Todos los corazones no homologados por la ITC o que adeuden más de 6 meses de alquiler a la empresa propietaria.
Asimismo la orden 1754/11 del BOE excluye del uso, bajo penas que oscilan entre 2 y 8 años de cárcel, todas las narices no incluidas en los modelos A, B y C del catálogo de IKEA, así como todos los pechos cuyas medidas no se ajusten a los parámetros estándar establecidos por la Clínica Tachmil, encargada por el gobierno de regular los patrones de belleza más integradores y saludables.
Estas medidas progresistas, orientadas a acelerar la recuperación económica, han sido bien acogidas por la población. Sólo algunos miles de manifestantes protestaron ayer en la Puerta del Sol y gritaron eslóganes en defensa de sus órganos sin marca, muchos de ellos sin duda pirateados contra la ley de las grandes compañías biodemiúrgicas.
Cientos de cojos, obesos, jorobados y narigudos han huido a las montañas, donde han formado una comunidad utópica bajo el lema: “otra belleza es posible”.

NOTICIA 33
Clara Inclán se queda definitivamente atrás
Durante años consiguió mantener el paso. Siempre atenta, veloz, tenaz, supo acompasar el ritmo de su vida a las exigencias del presente. Con esfuerzo y tesón, a menudo estresada, siempre disciplinada, volcada hacia delante con las mandíbulas duras, supo mantenerse permanentemente al día. En 1999 se vestía como una mujer de 1999 y visitaba los restaurantes propios de 1999. En el año 2001 veraneó donde veraneaban las mujeres de 2001 y compró el coche del año 2001. En 2003 puso una típica zancadilla de 2003 y sufrió la típica desilusión del año 2003. En 2005 se hizo por primera vez un lifting y un año más tarde cambió dos veces de teléfono móvil y una vez de ordenador. En 2006, sin dejar de mirar a su alrededor, con sostenido pedaleo, sucumbió al habitual enamoramiento del año 2006, hizo la habitual dieta del año 2006 y aceptó con abnegación la habitual revisión horaria del año 2006.
Pero hace dos años, Clara Inclán se distrajo un momento y se retrasó un día y luego, sin saber por qué, un mes entero. Mientras todos sus amigos vivían sin aparente esfuerzo en marzo de 2009, Clara Inclán seguía todavía en febrero del mismo año. Intentó acelerar. Pidió un crédito y se compró una casa. Se operó por tercer vez los pechos. Se acostó con su jefe. Tomó drogas de diseño y antidepresivos. Empezó a dormir poco, tratando de recuperar terreno por la noche, y hasta hizo ejercicios para aprender a volar, levantar montañas y atravesar paredes. Llena de angustia, se apuntó a un curso de telequinesia y ubicuidad global.
Ahora Clara Inclán se ha quedado definitivamente atrás. Mientras el mundo vive en agosto de 2011, ella permanece anclada en diciembre del año 2010, en el día en que caducó su nariz y venció su hipoteca.
Por fortuna no está sola. Su ex-novio, Carlos Mellizo, despedido del trabajo, y otras 88.973 personas se han quedado a esperarla.


NOTICIA 34
Ayer llegó el fin del mundo
Tras un nuevo aplazamiento denunciado por la oposición, finalmente ayer, a las 17.30 horas, el gobierno desencadenó el fin del mundo. Tal y como se había reiteradamente prometido, las estrellas se desplomaron sobre la tierra incendiando casas y bosques; los ríos desbordaron sus cauces y arrastraron en corriente estrepitosa poblados enteros; los océanos dejaron caer muros de agua sobre las ciudades; grandes terremotos sacudieron el planeta derribando rascacielos y abriendo repentinos abismos en las calles; la peste el fuego, la guerra y la muerte cabalgaron libremente por el mundo. Telecinco retransmitió la catástrofe minuto a minuto y emitirá esta tarde un programa especial con las mejores imágenes. “Hemos respondido a las demandas de la población”, ha declarado el portavoz del gobierno Sucinto Turno.
Apenas si han sobrevivido 6.700 millones de personas, aunque la mayor parte de ellas se encuentra en una situación muy difícil. Entre los supervivientes, en torno a mil millones se están muriendo de hambre; 4.750 millones de supervivientes son pobres o muy pobres; 1.200 millones de supervivientes están desempleados; 3.250 millones de supervivientes están subempleados o trabajan en precario; 2.500 millones de supervivientes no tienen acceso a agua potable; 3.000 millones de supervivientes están privados de servicios sanitarios elementales; 113 millones de niños supervivientes no pueden ir a la escuela y 13 millones de niños supervivientes morirán el próximo año de enfermedades curables. De las especies animales supervivientes, 16.023 están en peligro. “Hemos esperado demasiado y podía haberse hecho mejor, pero apoyamos la acción del gobierno”, ha declarado Martín Prolijo, líder de la oposición.
Telefónica, Iberdrola y el Banco de Santander han doblado sus beneficios. Los mercados, tras meses de vaivenes e incertidumbres, reposan por fin tranquilos

http://blogs.publico.es/libre/cuaderno/2011/noticias-perdidas-2011/

Las “noticias” publicadas por Santiago Alba en Público durante el verano de 2010 pueden leerse en: Noticias Perdidas I: http://rebelion.org/noticia.php?id=112177



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