jueves, marzo 24, 2011

Amaré siempre "el tiempo de las cerezas"

Le temps des cerises, compuesta en 1866 por Antoine Renard y Jean Baptiste Clément, se convirtió en 1871 en himno de la Comuna de París


Cuando estemos en el tiempo de las cerezas
el alegre ruiseñor y el mirlo burlón estarán de fiesta.
Mujeres hermosas tendrán la locura en la cabeza
y los enamorados, sol en el corazón.
Cuando cantemos en el tiempo de las cerezas
silbará aún mejor el mirlo burlón.
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas
cuando vamos los dos a cortar soñando
pendientes para las orejas…
Cerezas de amor iguales que rosas
que caen bajo el follaje como gotas de sangre…
Pero es muy corto el tiempo de las cerezas,
pendientes de coral que se cortan soñando.
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas,
si acaso teméis las penas de amor,
evitad a las hermosas mujeres.
Yo, que no les temo a los grandes dolores,
no viviré ya un día sin sufrir…
Cuando estéis en el tiempo de las cerezas,
vosotros también penaréis de amor.
Por siempre amaré el tiempo de las cerezas.
Es de ese tiempo del que guardo en el corazón
una herida abierta.
Y aunque se me ofreciera la dama Fortuna,
no podría jamás calmar mi dolor.
Por siempre amaré el tiempo de las cerezas,
y el recuerdo que guardo en el corazón.
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Sobre lo anterior añadir que una gran película sobre La Comuna de París es la de Peter Watkins "La Commune (Paris, 1871)"
Hay un vídeo de la canción interpretada por Noir Désir con imágenes de la pelicula tambien.
Letra original aquí
Salud!

Seres Humanos Libres.

sábado, marzo 19, 2011

Nuestra responsabilidad está con el pueblo libio





Hoy 40 manifestantes han sido asesinados en la plaza Taghrir de Sanaa, en Yemen, cuyo gobierno es apoyado por los EEUU y por Arabia Saudí.
Hoy ha sido volado el monumento de la plaza de la Perla, en Bahrein, país ocupado desde el miércoles por tropas de Arabia Saudí movilizadas para reprimir las manifestaciones en las que han muerto ya algunas decenas de personas.
Hoy los iraquíes han vuelto a salir a la calle para reclamar pan y libertad, en manifestaciones que se repiten desde hace semanas, con numerosas víctimas mortales, en un país destruido de arriba abajo por los EEUU y sus aliados.
Esta semana han seguido en Marruecos y en Argelia las protestas en las calles contra nuestros amigos dictadores.
Esta semana Palestina ha seguido reclamando el fin de la ocupación israelí, apoyada por EEUU y la UE.
Esta semana han muerto decenas de personas en los cotidianos bombardeos estadounidenses sobre Afganistán y Pakistán.
Zapatero acaba de declarar, tras anunciar la participación de España en las operaciones militares contra Libia: “Nuestra responsabilidad está con el pueblo de Libia”.
Si los burros rebuznan y los cerdos gruñen, ¿por qué los socialdemócratas hablan?
Nuestra responsabilidad, la de los pueblos europeo y estadounidense, es la de salir a la calle, no sólo para protestar contra la intervención, no, sino para mandar a Zapatero y a Rajoy, a Sarkozy, a Berlusconi, a Obama y Clinton (y a todos los demás) a hacer compañía a Mubarak y Ben Alí. Mientras eso no ocurra, ni el pueblo de Libia podrá librarse de Gadafi ni el mundo pronunciar ciertas palabras sin atragantarse.
Se puede ser un inmoral honrado; un inmoral callado.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
rCR

viernes, marzo 18, 2011

Slavoj Zizek: Primero como tragedia, luego como farsa.



Slavoj Zizek subtitulado en español. Video de la conferencia en The Royal Society for the encouragement of Arts, Manufactures and Commerce (thersa.org). First tragedy then farse RSAnimate, Primero Tragedia, Luego Farsa. Subtitulado por el Programa de Estudios sobre Acción Colectiva y Conflicto Social. CEA-UE-Conicet. Córdoba. (www.accioncolectiva.com.ar)

martes, marzo 15, 2011

La independencia es otro nombre de la dignidad

Eduardo Galeano
jueves, 24 de febrero de 2011
La Jornada
 
* Palabras pronunciadas el 22 de febrero de 2011, en la ceremonia de entrega de la Medalla 1808, que el jefe de Gobierno de la ciudad de México, Marcelo Ebrard, otorgó al escritor Eduardo Galeano 

        Quiero dedicar este homenaje a la memoria viva de dos Carlos: Carlos Lenkersdorf y Carlos Monsiváis, amigos muy queridos que ya no están, pero siguen estando.
 
Y empiezo por decir gracias: Gracias, Marcelo, por este regalo, esta alegría. Te digo gracias en nombre propio y también en nombre de los muchos sureños que jamás olvidarán su gratitud a México, el país de su exilio, refugio de perseguidos en los años de mugre y miedo de nuestras dictaduras militares.
Y quiero subrayar que México merece, por eso y por muchos otros motivos, toda nuestra solidaridad, ahora que esta tierra entrañable está siendo víctima de la hipocresía del narcosistema universal, donde unos ponen la nariz y otros ponen los muertos, y unos declaran la guerra y otros reciben los tiros.
***
Este acto generoso me honra por venir de quien viene. La ciudad de México está a la vanguardia en la lucha por los derechos humanos, en un amplio abanico que va desde la diversidad sexual hasta el derecho a respirar, que ya parecía perdido.
Y mucho me honra recibir esta ofrenda, porque mucho tiene de desafío: en nuestros países la independencia plena es todavía, en gran medida, una tarea por hacer, que nos convoca cada día.
***
En la ciudad de Quito, al día siguiente de la independencia, una mano anónima escribió en una pared: Último día del despotismo y primero de lo mismo.
Y en Bogotá, poco después, Antonio Nariño advertía que el alzamiento patriótico se estaba convirtiendo en baile de máscaras, y que la independencia estaba en manos de caballeros de mucho almidón y mucho botón, y escribía: Hemos mudado de amos.
Y el chileno Santiago Arcos comprobaba, desde la cárcel:
-Los pobres han gozado de la gloriosa independencia tanto como los caballos que en Chacabuco y Maipú cargaron contra las tropas del rey.
***
Todas nuestras naciones nacieron mentidas. La independencia renegó de quienes, peleando por ella, se habían jugado la vida; y las mujeres, los analfabetos, los pobres, los indios y los negros no fueron invitados a la fiesta. Aconsejo echar un vistazo a nuestras primeras Constituciones, que dieron prestigio legal a esa mutilación. Las Cartas Magnas otorgaron el derecho de ciudadanía a los pocos que podían comprarlo. Los demás, y las demás, siguieron siendo invisibles.
***
Simón Rodríguez tenía fama de loco, y así lo llamaban: El loco. Decía locuras, como éstas:
-Somos independientes, pero no somos libres. La sabiduría de Europa y la prosperidad de los Estados Unidos son, en nuestra América, dos enemigos de la libertad de pensar. Nuestra América no debe imitar servilmente, sino ser original.
Y también:
-Enseñemos a los niños a ser preguntones, para que se acostumbren a obedecer a la razón: no a la autoridad como los limitados, ni a la costumbre como los estúpidos. Al que no sabe, cualquiera lo engaña. Al que no tiene, cualquiera lo compra.
Don Simón decía locuras, y hacía locuras. Allá por mil ochocientos veinte y pico, sus escuelas mezclaban a los niños y a las niñas, a los pobres y a los ricos, a los indios y a los blancos, y también unían la cabeza y las manos, porque enseñaban a leer y a sumar, y también a trabajar la madera y la tierra. En sus aulas no se escuchaban los latines de sacristía y se desafiaba la tradición del desprecio por el trabajo manual. Poco duró la experiencia. Un clamor de indignadas voces exigía la expulsión de este sátiro que ha venido a corromper a la juventud, y el mariscal Sucre, presidente del país que ahora llamamos Bolivia, le exigió la renuncia.
A partir de entonces, anduvo a lomo de mula, peregrinando por las costas del Pacífico y las montañas de los Andes, fundando escuelas y formulando preguntas insoportables a los nuevos dueños del poder:
-Ustedes, que imitan todo lo que viene de Europa y de los Estados Unidos, ¿por qué no les imitan la originalidad, que es lo más importante?
Este viejo vagabundo, calvo, feo y barrigón, el más audaz y el más querible de los pensadores de América, estaba cada día más solo, y solo murió.
A los ochenta años, escribió:
-Yo quise hacer de la tierra un paraíso para todos. La hice un infierno para mí.
***
Simón Rodríguez fue un perdedor. Según la escala de valores de este mundo, que sacraliza el éxito y no perdona el fracaso, los hombres como él no merecen memoria.
Pero, ¿acaso no está vivo don Simón en la energía de dignidad que hoy recorre nuestra América de norte a sur? ¿Cuántos hablan por su boca, aunque no lo sepan, como hablaba en prosa aquel personaje de Molière que no sabía que hablaba en prosa?
¿Acaso don Simón no nos sigue enseñando, un siglo y medio después de su muerte, que la independencia es otro nombre de la dignidad? Es verdad que todavía pesa, y mucho, la herencia colonial, que aplaude la copia y maldice la creación y admira, como denunciaba don Simón, las virtudes del mono y del papagayo. Pero también es verdad que son cada vez más los jóvenes que sienten que el miedo es una cárcel humillante y aburrida, y libremente se atreven a pensar con sus propias cabezas, sentir con sus propios corazones y caminar con sus propias piernas.
***
Yo no creo en Dios, pero sí creo en el humano milagro de la resurrección. Porque quizás se equivocaban aquellos dolientes que se negaban a creer en la muerte de Emiliano Zapata, y creían que se había marchado a Arabia en un caballo blanco, pero sólo se equivocaban en el mapa. Porque a la vista está que Zapata sigue vivo, aunque no tan lejos, no en las arenas de Oriente: él anda cabalgando por aquí, aquí cerquita nomás, queriendo justicia y haciéndola.
Y fíjense ustedes lo que ha ocurrido con otro perdedor, José Artigas, el hombre que hizo la primera reforma agraria de América, antes que Lincoln y antes que Zapata.
Hace casi dos siglos, él fue vencido y condenado a la soledad y al exilio. En años recientes, la dictadura militar del Uruguay le erigió un ampuloso mausoleo, queriendo encerrarlo en cárcel de mármol. Pero cuando la dictadura intentó decorar el monumento con algunas de sus frases, no encontró ninguna que no fuera subversiva. Ahora el mausoleo tiene fechas y nombres de batallas, y ninguna frase. Involuntario homenaje, involuntaria confesión: Artigas no es mudo, Artigas sigue siendo peligroso.
Cosa curiosa: con tantos vivos que hablan sin decir, en nuestras tierras hay muertos que dicen callando.
***
Bienaventurados sean los perdedores, porque ellos cometieron la insolencia de amar a su tierra, y por ella se jugaron la vida. Pero está visto que el patriotismo es el honorable privilegio de los países dominantes: sólo los que mandan tienen el derecho de ser patriotas. En cambio, los países dominados, condenados a obediencia perpetua, no pueden ejercer el patriotismo, so pena de ser llamados populistas, demagogos, delirantes: nuestro patriotismo se considera una peste, peste peligrosa, y los amos del mundo, que nos toman examen de Democracia, tienen la mala costumbre de conjurar esta amenaza a sangre y fuego.
Bienaventurados sean los perdedores, porque ellos se negaron a repetir la historia y quisieron cambiarla.
Bienaventurados sean los perdedores, y malditos sean quienes confunden el mundo con una pista de carreras y lanzados a las cumbres del éxito trepan lamiendo hacia arriba y escupiendo hacia abajo.
Bienaventurados sean los indignados, y malditos sean los indignos.
Maldita sea la exitosa dictadura del miedo, que nos obliga a creer que la realidad es intocable y que la solidaridad es una enfermedad mortal, porque el prójimo es siempre una amenaza y nunca una promesa.
Bienaventurado sea el abrazo, y maldito sea el codazo.
***
Sí, pero... Cuántos perdedores, ¿no?
Cuando algún periodista me pregunta si soy optimista, yo contesto, sinceramente:
-A veces. Depende de la hora.
Siempre me parecieron más bien inhumanos los optimistas full time.
Creo que el desaliento es un derecho humano, y de algún modo es también la prueba de que somos humanos, porque no sufriríamos el desaliento si no tuviéramos aliento.
Hay que reconocer que no es muy alentadora la realidad, que tiene la jodida costumbre de recompensar a los exprimidores del prójimo y a los exterminadores de la tierra, el agua y el aire. Y en cambio, las más apasionantes aventuras de transformación de la realidad suelen quedarse a mitad de camino, o se extravían y se pierden, y muchas veces terminan mal.
Hay que reconocerlo, digo, pero también cabe preguntar: Cuando esas lindas experiencias colectivas terminan mal, ¿de veras terminan? ¿No hay nada que hacer, sólo nos queda resignarnos y aceptar el mundo tal cual es, como si fuera destino? Hace pocos años, se puso de moda la teoría del fin de la historia. Más de uno se tragó ese sapo, a pesar de que el sentido común nos demuestra, con poderosa sencillez, que la historia nace de nuevo cada mañana.
Lo mejor de este asunto de vivir está en la capacidad de sorpresa que la vida tiene. ¿Quién podía presentir que los países árabes iban a vivir este huracán de libertad que están ahora viviendo? ¿Quién iba a creer que la plaza de Tahrir iba a dar al mundo esta lección de democracia? ¿Quién iba a creer lo que ahora puede creer ese muchachito plantado en la plaza durante días y noches, cuando dice: Nadie nos va a mentir nunca más?
Al fin y al cabo, cuando la historia dice adiós, o eso parece decir, ella nos está diciendo, o al menos murmurando: hasta luego, hasta lueguito, nos estamos viendo.
Y yo me despido de ustedes, ahora, que ya es hora, como la historia me enseñó, diciéndoles gracias, diciéndoles: hasta luego, hasta lueguito, nos estamos viendo.

martes, marzo 08, 2011

¿Feliz día Mujer?...

El 25 de Marzo de 1911 (no el 08 de Marzo de 1908) mueren cerca de 140 jóvenes mujeres trabajadoras textiles, entre ellas muchas inmigrantes, calcinadas en la fabrica Triangle de Nueva York (1).

Un año antes habían liderado una de las más grandes huelgas de mujeres sucedidas, pedían lo que piden hoy en día millones de mujeres en todo el mundo: mejores condiciones laborales, igualdad económica, igualdad de derechos y la superación del machismo. Todas condiciones que el Libre Mercado niega. ¿Dónde estamos 100 años después cuando las mujeres cultivan el 70 por ciento del alimento y son responsables del 60 por ciento del trabajo realizado en el mundo, pero sólo reciben el 10 por ciento de los ingresos.? (2) ¿Feliz Día?...

Por Seres Human@s Libres

(1) Historia del Día Internacional de la MujerTrabajadora
(2) Kanya D'Almeida: ONU Mujeres se lanza a la acción 
Foto: Ben Heine 

Emma Goldman, Una Mujer Sumamente Peligrosa




Título original: Emma Goldman: An exceedingly dangerous woman, 2003. Documental de Mel Bucklin que gira en torno a la figura de Emma Goldman considerada durante más de treinta años cómo el enemigo público número uno en Estados Unidos, no por cometer actos violentos, sino por utilizar el arma más peligrosa que está a la mano de todo ser humano: la razón.

Con una vida apasionante, Emma Goldman, junto a Alexander Berkman, se encontrará en el ojo del huracán del movimiento anarquista. Célebre anarquista de origen lituano conocida por sus escritos y sus manifiestos radicales, libertarios y feministas, también fue una de las pioneras en la lucha por la emancipación de la mujer.

Portal Libertario OACA - http://www.portaloaca.com