"Arturo Alejandro Muñoz
Kaos en la Red
En Seminario Internacional de alto nivel, hasta con un Premio Nóbel de Economía como expositor, convocado por la Presidencia de la República y su Consejo Asesor Presidencial para el Trabajo y la Equidad (CAPTES) -presidido por el ingeniero Patricio Meller- uno de los asistentes desnudó fraude de la "Encuesta de Caracterización Socioeconómica" (CASEN) CASEN 2006 ante invitados internacionales y autoridades económicas.
Tal vez pueda sonar algo fuerte el título de este artículo, pero resulta difícil encontrar un calificativo más certero para graficar el grueso e intencional error descubierto (y por tantos encubierto) hace ya seis meses en la Encuesta de Hogares del 2006 conocida como CASEN 2006.
No se trata de un error, me asegura una amiga con amplios conocimientos de estadística y encuestas, sino de la mañosa y fraudulenta construcción realizada por la tecnocracia de MIDEPLAN y el Ministerio de Hacienda y los subcontratistas metodológicos de un Organismo Internacional (la CEPAL), que tradujeron el fraude por ocultamiento de las 5.000 familias más ricas de Chile en un grosero ajuste-falsificación de la importante partida de Ingresos de la Propiedad y el Capital de las Cuentas Nacionales del Banco Central y de los índices de ajuste Cuentas Nacionales-Encuesta CASEN. Esto lo han denunciado, en diversas publicaciones Internet y en una pequeña columna en el diario financiero Estrategia, desde julio del año 2007, tanto el economista Marcel Claude como el investigador, analista político y ex funcionario y profesor de CEPAL-ILPES, Juan Pablo Moreno.
El mes pasado (diciembre de 2007), el periódico mensual de la Región de los Ríos, El Ciudadano, pudo publicar por fin en papel, luego de varias censuras (por ej.: la del semanario del Partido Comunista, ‘El Siglo’, en septiembre de 2007), y con gran destaque de portada, el trabajo de Juan Pablo Moreno titulado: “FRAUDE CASEN 2006: quiénes, cómo, porqué y para qué falsificaron una encuesta que le costó US$ 40 millones al país”.
Mi amiga estadística, con el ejemplar de El Ciudadano Nº 52 y los cuadros del reportaje CASEN al frente, me muestra la saga de incoherencias y falacias estadísticas que desde hace 10 años -y crecientemente- han ido incurriendo MIDEPLAN, su tecnocracia, los organismos asesores y subcontratistas (que realizan los documentos anexos y metodológicos), y todos los RRPP, think tanks y publicistas del sistema neoliberal pertenecientes al duopolio que domina la vida política chilena.
Le asiste la razón, pues basta hacer sobre los dos cuadros exhibidos un simple ejercicio de sumas, restas, multiplicaciones y divisiones y cálculo de porcentajes, para confirmar que la CASEN -desde hace años- cumple una función clave para la estabilidad del modelo económico: manipular las cifras de pobreza hasta el absurdo - colocándonos con menor nivel de pobreza que los EEUU y España- y sobre todo esconder el brutal y creciente nivel de desigualdad, alguno de cuyos índices (la relación 5/5) se ha cuadruplicado desde 1990.
¿Tan importante puede ser esto para dedicarle un artículo? Recordemos que la CASEN es el mecanismo mediante el cual se otorgan los beneficios del Estado a las familias carenciadas, es el documento basal que define algunos presupuestos municipales, aportes y subsidios a barrios y grupos con necesidades evidentes y es en definitiva el instrumento que entrega, nacional e internacionalmente, las cifras de pobreza, desigualdad y situación laboral que dan la imagen exitosa o fracasada del modelo económico que nos rige desde 1975.
Todos los Departamentos Sociales de los distintos municipios del país –al igual que muchos servicios públicos de las instituciones que funcionan- usan la CASEN para distribuir sus presupuestos de asistencia y ayuda social. Lo mismo ocurre con los Consultorios de Salud, las Direcciones de Obras Municipales, los antiguos FONDEVE (para colaborar con los proyectos de las juntas de vecinos)…y así, suma y sigue.
Según la actual CASEN –y no se ría por favor- Chile tiene menos pobreza (porcentualmente) que España y Estados Unidos. Y cómo no, si los magos que estructuraron ese documento han determinado oficialmente que cualquier chileno que obtenga un ingreso mensual superior a los $47.099 NO ES POBRE. No pierda tiempo mirando de nuevo esta última cifra, pues leyó bien. Dije $47.099, es decir menos de US$100 (cien dólares). Esa es la insólita línea que mide la pobreza urbana en Chile, porque la rural se mide con poco más de $32.000. Increíble, pero cierto. Inaceptable, pero oficial.
Por ello el gobierno se ufana asegurando que la pobreza en Chile descendió fuertemente en los últimos años. Así es muy fácil, pero totalmente falso y más falso aún si consideramos que el 2007 una canasta básica razonable, la de la Fundación Nacional para la Superación de la Pobreza (FPSP) subió en más del 20%, llegando a casi $90.000 mensuales per cápita, mientras los ingresos promedio de los más pobres subieron apenas un 3% en el año pasado.
Sólo con las cifras de la canasta de la FPSP las cifras de pobreza real a diciembre de 2006 triplicarían las oficiales (38,3% contra 13,7%) y habrían subido a más del 46% a diciembre 2007.
No para allí el entuerto, pues la encuesta CASEN, con un procedimiento que sólo puede ser calificado de FRAUDULENTO (ya que por diseño su error no puede superar el 0,3%), aparece con un error en la medición de los Ingresos Familiares del 37,1% con respecto a las cifras de las Cuentas Nacionales 2006 del Banco Central. El aparente error consistió en dejar fuera de la CASEN a las 5.000 familias más ricas de Chile que tienen un Ingreso Autónomo per cápita superior a $32.000.000 y promedio de $400.000.000.
En números simples, la CASEN 2006 olvidó considerar unos US$35.000 millones de ingresos de los más ricos, monto que aumentaría la falsa brecha económica oficial de 31,1 veces para el 10/10 a más de 80 veces a nivel familiar, y más de 132 veces para individuos (las familias pobres son más numerosas que las más ricas). Como un simple dato –para sopesar el mañoso error- es bueno señalar, por ejemplo, que personajes de la talla de Marcelo
Salas, Iván Zamorano, Mario Kreutzberger, y otros, no estuvieron siquiera contemplados por la CASEN 2006, puesto que obtienen ingresos superiores a los treinta y dos millones de pesos mensuales por persona. Obviamente, familias como los Luksic, Ibáñez, Vial, Claro, Hurtado, Yuraszeck, de Andraca, Angellini, Bada, Piñera, Fernández León, Cruzat, etc., tampoco fueron consideradas en la encuesta.
LA VERDAD SE IMPONE, TARDE, PERO SE IMPONE
El lunes 7 de enero de 2008, en el Centro de Extensión de la Pontificia Universidad Católica de Santiago, se realizó el Seminario Internacional Equidad, Trabajo y Competitividad en un Mundo Global, convocado por el Consejo Asesor Presidencial CAPTES, generosa y equitativamente financiado por la Presidencia de la República. En invitados se gastaron $80 millones, $30 millones en papelería y producción y $5 millones en el lujoso y pantagruélico cocktail –que incluyó camarones, centolla y caviar- de la tarde del 7 de enero, aunque sólo fue para 120 de los 500 participantes de ese lunes.
Concurrió la flor y nata -la crême de la crême- del establishment concertacionista capitalino junto a especialistas extranjeros y funcionarios de organismos internacionales como CEPAL, PNUD, PREALC y otros. También hubo ministros de estado, entre ellos Osvaldo Andrade, de la cartera del Trabajo y Previsión Social. Entre los presentes estuvo Vittorio Corbo, ex Presidente del Banco Central hasta hace unos días. No se vio a muchos dirigentes sindicales, a excepción del PDC anti CUT Diego Olivares, ni a trabajadores. Tampoco se vio a la hoy ex ministra -defenestrada de su cargo sin explicación la semana pasada- de MIDEPLAN y responsable política del fraude CASEN, doña Clarisa Hardy (PS).
Era tan importante el seminario para el gobierno, que la propia Presidenta Bachelet se hizo cargo de su inauguración en La Moneda. En la mañana del lunes asistieron unas quinientas personas y en la tarde sólo trescientas. Todo marchó, al principio, como miel sobre hojuelas para los organizadores y para el duopolio binominal Alianza-Concertación; pero a poco andar, el encuentro adquirió tonalidades de agria realidad y campanudas sorpresas.
El representante de la UGT española (Unión General de Trabajadores), Cándido Méndez, se despachó un discurso que dejó en pésimo pie la realidad laboral y sindical de Chile, cuando afirmó que no existían los milagros económicos, y que en España nunca ha habido tal milagro, pues lo que sí ha existido –y eso explica que los trabajadores españoles gocen de ingresos salariales dignos- es una creciente negociación colectiva desde la muerte del dictador Franco.
El 80% de los trabajadores españoles negocia colectivamente, y ello les ha permitido mejorar sustancialmente sus ingresos, dijo Cándido Méndez. Con esa información, los concertacionistas y aliancistas estuvieron a punto de caerse de sus sillas, pues en Chile sólo el 8% de los trabajadores tiene derecho legal para negociar colectivamente, y el establishment sigue afirmando con tozudez que la Negociación Colectiva debe volver a limitarse, ojalá a niveles ínfimos y muy acotados.
Fue el segundo coscorrón ya que, antes de Méndez, el representante de la norteamericana AFL-CIO había dejado en evidencia los absurdos de las cifras oficiales de pobreza y desigualdad de Chile.
El tercero, más doloroso para el Sr. Meller y sus tecnócratas de la CAPTES, lo constituyó la participación de uno de los asistentes que, mezclado con el público y micrófono en mano, desnudó técnicamente la falacia de la CASEN, ironizando sobre la existencia de milagros económicos basados en la pura y simple falsificación brutal de cifras macroeconómicas. Sacó fuertes aplausos mayoritarios y algunas tímidas pifias (obviamente de la tecnocracia concertacionista asistente y de sus amigos de los think tank derechistas como Libertad y Desarrollo y su representante Rossana Costa, que no sacaron la voz en todo el día).
Nadie, absolutamente nadie, intervino para desdecirle o contra argumentar, lo que dio más alas al asistente del micrófono que prosiguió detallando el volumen y características del fraude.
QUIEN CALLA, OTORGA
Es sano y conveniente decir que entre los organizadores y asistentes destacados del Seminario Internacional Trabajo y Equidad estaban algunos de los profesionales que participaron en el equipo que tuvo a su cargo la confección de la encuesta CASEN. Tampoco respondieron a las acusaciones. Bajaron sus cabezas, avergonzados y temerosos por haber sido sorprendidos en falta, optando por recurrir a esa máxima criolla que reza: “hacerse el de las chacras es más fácil que andar a pie”.
Fue así que en medio de conspicuos representantes del escenario gubernamental, empresarial y político, la CASEN mostró sus llagas, contradicciones, falacias y torcidos intereses, quedando en solfa el trabajo de la CAPTES que basa sus conclusiones en las falsas cifras CASEN, de las que el Presidente de la CAPTES, Patricio Meller, ha sido un destacado apologista (ver diario La Segunda del 24 de agosto de 2007).
Luego de la última paletada de verdades lanzada por el participante del micrófono (que estaba sentado entre el público y no en la mesa principal ni en primera fila) y por varios otros críticos nadie dijo nada, y partieron todos con caras de falsa inexpresividad a tomar cafecito con galletitas dulces al patio del Centro de Extensión de la Pontificia Universidad Católica.
Pero, en cambio, sí hubo algo digno de ser mencionado: el anónimo ciudadano que denunció el fraude del milagro económico con cifras falseadas y arrancó muchos aplausos de la concurrencia, había repartido entre algunos asistentes, al propio Meller y a casi todos los panelistas extranjeros, un ejemplar del mensuario “El Ciudadano” (número 52, correspondiente a diciembre del 2007) -editado en la sureña ciudad de La Unión-, el que publicó un análisis a fondo del fraude CASEN 2006 y 2003.
Muchos invitados extranjeros al Seminario ‘CAPTES-Meller-Presidencia’ quedaron con un palmo de narices ante la confirmación de la estafa estadístico-económico-política de la encuesta referida. El ex Presidente del Banco Central, Vittorio Corbo, con El Ciudadano bajo el brazo, manifestó a uno de los asistentes que los datos erróneos adjudicados al Banco Central por MIDEPLAN en la CASEN 2003-2006 eran asombrosos.
¿Y nuestros parlamentarios gobiernistas y opositores nada dicen respecto de este indesmentible engaño? Pienso, simplemente, que hay sólo dos posibilidades para entender ese silencio: o ellos trabajan legislando preferentemente para mantener el statu-quo concentrador y pro gran empresariado (y no para el país), u olvidaron las cuatro operaciones básicas de las matemáticas. Apuesto doble contra sencillo por la primera alternativa."
Publicado en Rebelion.org
Imagen "Justicia" por Bansky.
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