Al principio, eran los contrarios a su majestad el rey Fernando VII “raptado por los revolucionarios franceses que hablaban cosas absurdas como de Libertad, Igualdad y Fraternidad” en palabras de los realistas de la época, los herejes que atentaban con crímenes, nótese, de “Lesa Majestad”!...
Atentaban contra el señorío natural del rey de gobernar sobre todas sus tierras y la gente que las habitaban. En suma, era toda una agresión a la Libertad del rey de poder señorear como se le viniese en gana sobre toda la enorme masa de gente atemorizada por la constante amenaza de sectores eclesiásticos, políticos y económicos. Por lo tanto el patrón era la máxima autoridad, si se le fallaba a él, se la fallaba al mismo tiempo al rey, al papa, y por ende al propio todopoderoso Dios de los Cielos.
Obviamente el engaño (o autoengaño) en estos días es un poco más sutil que en aquellos años. Ahora hay nuevas personas que pueden señorear y habemos también nuevos Herejes (siempre molestando). Ojo, pero lo que no ha cambiado, es que la defensa de la pseudo libertad, la siguen ejerciendo los mismos de siempre, los que detentan el poder político y económico y no quieren perderlo.
Los grupos económicos asociados a la Iglesia Católica, a través de sus facciones como el Opus Dei, y los Legionarios de Cristo, ejercen poderosa defensa de esta “libertad”. Asociados obviamente al poder político y económico, pretenden una vez mas, y a la vez que convencer y hacer que las personas traguen y defiendan lo que mas le conviene, controlar el adoctrinamiento de los niños que entran en los recintos educacionales del país.
La libertad para ellos es el poder adoctrinar a los niños en que existe un Dios, existe una iglesia, existen instituciones, existe un gobierno como institución, y a todo eso se le debe un respeto irrestricto el cual si se corroe, o se rompe, generará algún tipo de consecuencia nefasta, tanto en esta vida como en la otra vida que se encargan de predicar.
¿Y qué dirían si alguien como yo, por ejemplo, enseñará exactamente lo contrario, pero no a través de la omisión, sino que a través de su ejercicio diario, de su constante predica y justificación?.. cosas tales como: que Dios no existe, que es una invención de ciertos grupos, para controlar a través del miedo que da el vivir solo una vez. Que el gobierno es una creación de ciertas elites desde los principios de la independencia para gobernar y no perder los privilegios heredados. Que los grupos económicos y las instituciones que los amparan no merecen ningún tipo de respeto mientras sigan acumulando tal cantidad de riqueza por encima de la horrible pobreza de un país…etc, etc.
¿Alguien consideraría que adoctrinar, como el ejemplo recién expuesto, es ejercer mi “libertad”? Pienso que entre la gente sensata la respuesta seria negativa. Por lo tanto, lo que se defiende no es la “libertad de enseñanza” lo que se defiende es el Adoctrinar de determinada manera.
Por lo tanto, esa cláusula constitucional creada por personas vinculadas al poder político, económico y (miren que coincidencia) eclesiástico también. Debe ser completamente reformulada, pero desde sus fundamentos. Debemos como país definir qué tipos de enseñanzas (no adoctrinamientos) permitirán el máximo grado de la verdadera libertad a nuestros menores, la libertad de pensar, de reflexionar, de reír, de crear, de luchar, de transformar, de innovar, de cambiar, de confiar…
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