El mercado interno chileno y el endeudamiento
En Chile el sector financiero, y la Gran Minería, son centrales en la recuperación de la recesión y el crecimiento económico que exhibe el país.
La economía tiene una alta dependencia del alto precio del cobre, por la demanda asiática, y en primer lugar de China. Fue el alto precio del cobre lo que estabilizó la economía chilena.
Los escenarios futuros, sin embargo, son inciertos. Especialmente con la renovada crisis de la deuda en Europa y las medidas de austeridad adoptadas por los gobiernos europeos que van a agravar el problema de demanda global, y la fragilidad que ha mostrado la economía de los Estados Unidos, sin recuperación del empleo, y por tanto de la demanda de los hogares que en el pasado. Los Estados Unidos eran la locomotora de la economía mundial hasta que estallo la crisis capitalista global, justamente partiendo en Norteamérica. Volveremos sobre esto en futuros artículos.
Aquí nos vamos a concentrar en el endeudamiento, que en Chile derechamente es sobreendeudamiento.
Es sabido que Chile está entre los países más desiguales en la distribución de la riqueza, existiendo una diferencia de alrededor de 17 veces entre los que más ganan y los que menos perciben. Pero es el endeudamiento, el consumo con recurso al crédito lo que explica el dinamismo que muestra el mercado interior. La facilidad de acceso al crédito, en ausencia de un aumento de la participación de los asalariados y de trabajadores por cuenta propia en la riqueza nacional, explica una buena parte del aumento del acceso a bienes cuya venta se ha disparado este año, como electrónica y automóviles.
Las cadenas de multitiendas y supermercados, lo que se ha dado en llamar el sector ‘retail’, comenzaron a entrar con fuerza en los últimos veinte años entre los sectores de menores ingresos, que no estaban ‘bancarizados’, en sus necesidades de crédito, porque los bancos los consideraban de alto riesgo y abrieron les abrieron el acceso a sus líneas de crédito. Esto amplió el acceso de miles de personas a la adquisición de productos y servicios, aumentando los niveles de consumo de las familias.
En las cadenas de supermercados y multitiendas, el crédito desplazó a la venta de productos como el centro del negocio, venta al detalle y crédito se entrelazaron estrechamente. Hoy el negocio de las cadenas de retail, antes que la venta de productos consiste en el crédito para que sus clientes los adquieran.
Las tasas de interés de estos comercios son de las más altas del mercado nacional y sus prácticas financieras y comerciales abusivas han sido objeto de un gran número de denuncias de tipo individual y varias colectivas. El crecimiento impetuoso del retail y de sus productos financieros les ha permitido acumular ganancias para internacionalizarse en América del sur, e incursionar directamente en el negocio bancario en Chile, como en el caso de los bancos Ripley, Falabella y París.
El Sector Retail En Chile; Un oligopolio
Al igual que en el caso de los bancos, en que los cinco primeros dominan el negocio, coincidentemente son cinco cadenas de retail las que concentran el grueso de la actividad.
Junto a la banca, las cadenas de casas comerciales y supermercados (el Retail) en Chile se han convertido en un sector de enormes ganancias y de alto crecimiento. Es un actor relevante en la industria financiera. En términos generales, la industria presenta una elevada concentración oligopólica, dominada por cinco holdings, los que compiten a lo largo de los distintos formatos y países donde mantienen presencia.
Por ingresos los principales del retail chileno son Cencosud y Falabella, además son las firmas con una mayor orientación hacia el llamado modelo multiformato y presentan un mayor grado de diversificación. Estas compañías están a la cabeza de las llamadas multilatinas chilenas. Cencosud, destaca en el rubro de supermercados. Además de su presencia en Chile, este holding tiene operaciones de supermercados significativas en Argentina, Brasil y Perú.
Falabella, que también presente en el formato de supermercados con la marca Tottus, es la primera cadena de tiendas por departamento, la prensa empresarial destaca su elevada eficiencia operacional y adecuado manejo del negocio de crédito. Falabella es la principal empresa en el negocio del crédito en el sector en Chile, además se ha internacionalizado y está en Colombia, Argentina y Perú.
En tanto, D&S, que controla la principal cadena de supermercados en el país con sus formatos bajo las marcas Lider, Ekono y A Cuenta, ahora controlado por la multinacional Wal-Mart. D&S, es lal mayor compañía de supermercados en Chile con una participación de mercado de 34,0%. Desde el año 2009, D&S está presente en Perú con tres tiendas A Cuenta.
Las otras dos grandes compañías restantes, son Ripley y La Polar, tiendas por departamento y al igual que las anteriores un negocio financiero. Estas cinco empresas concentran el negocio del Retail en Chile, y como se ve son un oligopolio a quienes el mercado chileno les ha quedado chico y se expanden por América Latina.
El endeudamiento de los hogares chilenos
De acuerdo con un informe del Banco Central (BC), que se conoció en mayo de 2010, el endeudamiento de los hogares chilenos casi se duplicó en la última década, desde un 22,6% del Producto Interno Bruto (PIB) en el año 2000, al 39,1% en 2009. Según el Fondo Monetario Internacional (FMI), en 2009 el PIB chileno superaba los USD 160.000 millones de dólares, y la deuda de los hogares chilenos equivale a unos USD 62.500 millones.
Un dato de interés es que lo que más creció en está década fueron los créditos de consumo. De acuerdo con el Banco Central las instituciones emisoras de crédito no bancarias aumentaron su participación desde un 26% del mercado en el año 2000 al 47% en 2008.
Al mismo tiempo que se incremento sostenidamente el endeudamiento total, la participación de la banca en el endeudamiento disminuyó en los últimos diez años de 81% a 72,1%., a favor de empresas no bancarias, fundamentalmente las grandes cadenas comerciales, el llamado sector retail.
La composición de la deuda de los hogares en 2009, era 45.09% hipotecas, 23.15 crédito de consumo bancario y 11.12% crédito retail.
Existe un extendido malestar entre la población por los efectos del endeudamiento, los intereses y gastos, las ventas atadas entre otros abusos de los bancos y cadenas comerciales.
Los peligros del sobre endeudamiento
La notable ampliación del acceso al crédito de la población chilena explica el incremento del consumo y la sensación de modernidad que ha existido en el país durante la década, pero paradójicamente también el malestar, la depresión y el estrés que presenta la población chilena se asocian, entre otras razones relevantes, a las presiones del endeudamiento excesivo.
El sobre endeudamiento ha impulsado el dinamismo que exhibe actualmente el mercado interno chileno, pero al mismo tiempo como afirmó nadie menos que el gerente general de la Asociación de Bancos e Instituciones Financieras (ABIF), Alejandro Alarcón, “de no ser controlado, puede tener un lado muy negativo, considerando que la crisis subprime en EEUU se inició por el acceso al financiamiento que se otorgó a personas sin capacidad de pago.”
Quejas contra los bancos y el retail
De acuerdo con el Servicio Nacional del Consumidor, SERNAC, entre junio y octubre de 2010 se presentaron 15.730 reclamos al organismo. Los reclamos financieros que recibió, son liderados por quejas por las tarjetas de créditos del retail con un 64 por ciento, y en segundo lugar se ubicaron los bancos con un 32 por ciento. Entre los problemas que provocaron los reclamos se encuentran, los cobros indebidos, las ventas atadas de seguros y otros productos, las modificaciones unilaterales de contratos, y la suplantación de identidad.
La tasa máxima convencional que aplican las casas comerciales ha sido denunciada seriamente como usura. Esto podría agravarse si prospera la iniciativa de acabar con esta tasa limite con la excusa de ampliar la bancarización y la cobertura del crédito retail a los sectores más pobres y de más alto riesgo.
Sin desconocer la necesidad de una mayor regulación, que tenga por objeto central cautelar los intereses de los clientes, el problema central es que se trata de una relación profundamente desigual, entre empresas oligopólicas a nivel nacional, que proponen no verdaderos contratos en los que la otra parte tiene algo que decir, si no contratos ‘de adhesión’, de tomar o dejar.
Sernac Financiero
La que ha imperó en Chile desde la dictadura militar y durante los 20 años de gobiernos de la Concertación, fue la ideología de la desregulación. Pero durante la campaña de elecciones presidenciales, todos los candidatos se hicieron eco de los reclamos contra los abusos por los créditros de bancos y multitiendas. Fue así que Sebastián Piñera, prometió la creación de un SERNAC financiero, para “hacer que la legislación que exista se cumpla” ya que “hoy día muchos de los abusos que se cometen están prohibidos por la legislación”, así “los bancos cuando vean al frente a una institución fuerte y poderosa van a cuidarse mucho más de tratar mejor a sus clientes”.
Una vez en el gobierno las cosas no han sido tan claras, durante siete meses el gobierno no avanzó nada en el tema. Luego anunció que crearía la institución, pero poniendo el acento en la ampliación del acceso al crédito, más que en la defensa de los usuarios del sistema, es decir en tratar de promover aún más negocios para las empresas dedicadas al préstamo. A raíz de una circular de la SBIF de 22 septiembre que prohibía las llamadas “ventas atadas” y posteriormente otra circular del 15 de noviembre en que las vuelve autorizar la polémica llegó al gran público. Finalmente, el gobierno en un alarde de prestidigitación, distinguió entre ventas atadas y ventas conjuntas, indicando que las primeras serían prohibidas pero las segundas estaban permitidas.
Inicialmente tanto los bancos como las empresas retail han efectuado lobby y se opusieron a cualquier nueva regulación, y a la creación de un organismo como el SERNAC financiero. Según la Asociación de Bancos, que agrupa a las empresas del sector, “era innecesario un SERBAC Financiero, porque todo ya está regulado por la Superintendencia de Bancos (SBIF) en sus circulares y reglamentos”, “sería irresponsable proponerlo, solo va a confundir más a la gente”, “rigidiza el sistema” “la SBIF ya tiene un defensor del cliente bancario”, “sería una doble legislación”. Además, desde antes de la elección de Piñera, la Asociación de Empresas Retail se opuso al intento de crear un registro único de deudores, que incorporara tanto los préstamos bancarios como los de las cadenas comerciales.
Ahora la Asociación de Bancos parece resignarse a lo inevitable, y admite que habrá SERNAC financiero, sus presiones buscan el objetivo de limarle filo a cualquier amenaza, supuesta o real, de que se ponga en pie un organismo con reales capacidades fiscalizadoras, y una legislación que defienda los derechos de los usuarios del crédito.
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Radical Libre